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Infantino, el elegido de Villar

El suizo Gianni Infantino es el nuevo presidente de la FIFA. De 45 años, habla siete idiomas y trabaja para la UEFA desde 2000

El suizo Gianni Infantino ha sido elegido presidente de la FIFA en la segunda votación
El suizo Gianni Infantino ha sido elegido presidente de la FIFA en la segunda votaciónlarazon

El suizo Gianni Infantino es el nuevo presidente de la FIFA. De 45 años, habla siete idiomas y trabaja para la UEFA desde 2000

Por primera vez en mucho tiempo, la cabeza rapada de Gianni Infantino no dirigía un sorteo de la UEFA. Tenía ocupaciones más importantes el suizo, que por la tarde se convertía en el sucesor de Blatter en la presidencia de la FIFA. Su objetivo, dice, es centrarse en el fútbol, «devolverlo al centro del tablero» y limpiarlo de corrupción. A pesar de trabajar para la UEFA desde el año 2000 y de ser su secretario general desde 2009, no quiere que se le identifique como el candidato de Europa. «Soy el candidato del fútbol», dijo después de su elección. Tiene de plazo hasta 2019 para demostrarlo. Lo que ha demostrado ya es que es el candidato de los futbolistas. Algunos, como el uruguayo Diego Forlán, lo felicitaron a través de las redes sociales de manera inmediata después de su elección. Otros, como Buffon, se han implicado en su campaña, para la que ha prestado su imagen. Igual que ex futbolistas como Figo o Roberto Carlos. E incluso José Mourinho.

Además de todo eso, es el candidato elegido por Ángel María Villar, que lo defendió animosamente en la apertura del Congreso de la UEFA en el que, por primera vez, actuaba como «vicepresidente en funciones de presidente». El del presidente del fútbol español es un apoyo importante, pero Infantino ha cuidado mucho el voto africano. Recordó en su discurso que el primer gran torneo al que acudió no fue un Mundial ni una Eurocopa, sino la Copa de África que acogió Burkina Faso en 1999. Habló también de la importancia del desarrollo de la liga caribeña para fomentar la competitividad y el desarrollo del fútbol de la región, de la creación de escuelas y academias y el envío de material para los países más desfavorecidos.

La promesa de nombrar a un africano como secretario general le ha ayudado a ganarse al continente decisivo en las votaciones. Pero también su carácter y el dominio de los idiomas han contribuido a que Infantino se convirtiera en el candidato más apoyado. Durante su etapa de aprendizaje, antes de incorporarse a la UEFA, trabajó con una beca en la Liga de Fútbol Profesional. Igual que hizo en Italia y en Austria. Habla cinco idiomas con fluidez, los tres oficiales de Suiza –francés, alemán e italiano– además de inglés y español. También habla árabe y portugués. Su primer discurso como presidente del máximo organismo del fútbol lo comenzó en inglés y lo terminó en francés, y aunque en la rueda de prensa posterior habló casi exclusivamente en inglés, preguntaba a los periodistas en su lengua si lo entendían y les importaba que continuara hablando en inglés.

La pequeña biografía publicada por la página web de la FIFA después de su elección habla de la preocupación del nuevo presidente por luchar contra todas las formas de discriminación y violencia posibles dentro del fútbol, además de su liderazgo en la lucha contra la corrupción y los amaños de partidos. Además, es miembro del Comité de Reformas de la FIFA desde agosto de 2015, un órgano que intenta desde que surgieron los escándalos de corrupción el año pasado rehabilitar el fútbol desde dentro.

Entre las medidas que propone su programa está defender la transparencia absoluta en el proceso de elección de sedes mundialistas, en la licitación de contratos comerciales y la publicación de los ingresos de los directivos de la FIFA. Pretende también ampliar las fases finales de los Mundiales a 40 equipos.

Perfil

Becario en España, hincha del Inter de Milán

Cuando en 1996 Infantino llegó a España para aprender el funcionamiento de la Liga española, algunos ya vieron en él a alguien que podía llegar hasta donde se propusiera. Ayer, tras la segunda votación, se confirmaron sus pronósticos. Fue la apuesta europea tras la sanción de Platini y contaba con la ventaja de ser conocido por su participación en todos los sorteos de las competiciones europeas. Además, presumía de buenas relaciones con las federaciones africanas. De 45 años, abogado, padre de cuatro hijos, casado con una libanesa y políglota, conoce todos los secretos administrativos del fútbol y de su padre italiano heredó la pasión por el Inter de Milan.