Jon Rahm, golf caviar para labrar su nombre en Irlanda

Ganar en territorio McIlroy es algo que no todos pueden decir. Bajo la atenta mirada del ex número uno del mundo, uno de los golfistas más completos, Jon Rahm ha quemado los hoyos de Irlanda a base de eagles (dos) y de birdies (cinco) para hacerse con el título con una gran ronda de 65 golpes.

Ya lo rondó en el Open de Francia finalizando entre los diez primeros y ahora la demostración ha sido aun mayor. Partía como colíder junto a Daniel Im, pero el norteamericano se desplomaba a las primeras de cambio con dos bogeys en los tres primeros (ya avisamos del vértigo en la última jornada), a lo que respondía el de Barrika con un eagle en el 4 y tres birdies antes de la primera mitad que rubricó con una segunda parte en la que solo tuvo el punto negro de dos bogeys, uno en el 16 y otro en el 18, pero el trabajo ya estaba hecho con os birdies en el 10 y 17 y otro eagle en el 14.

Despliegue total de golf calmado y efectivo, volviendo a ser todopoderoso con el putter, arma con la que, hoyo a hoyo ha ido abriendo hueco, eliminando posibles conatos de rebeldía de los que venían por detrás, especialmente Richie Ramsay (65), que recortó diez posiciones, y otro escocés, David Drysdale (autor de la ronda del día, 63 golpes para terminar cuarto empatado).

Esta victoria convierte al vasco Rahm en el séptimo ‘novato’ en ganar en el European Tour esta temporada y en el cuarto español en ganar el Irish Open, algo que ya tienen en sus vitrinas Seve Ballesteros (3), José María Olazábal (2) y Sergio García.

”Es un gran honor ser parte de la historia de este evento y ganar en un gran país, en un gran torneo y en un gran campo, para mí ha sido una semana magnífica. Además, es muy especial compartir honores con tres de mis héroes, algo que todavía no he asimilado y que tardaré tres o cuatro días en hacer”, comentaba el español.

Además, Rahm se embolsa un millón de euros de premio y se coloca octavo en el ranking mundial y en tercer lugar en la Race to Dubai.

Apretó también uno de los rivales más peligrosos sobre el papel, Justin Rose, autor de 68 y que tuvo que conformarse con la cuarta plaza. Benjamin Hebert, otro que partía con opciones a un golpe del español, sucumbió con 72 impactos y se fue a la octava plaza, mientras que Hideki Matsuyama recuperó algo el tono con 68 impactos y subió hasta el decimocuarto puesto.

En cuanto al resto de españoles, Adrián Otaegui firmó sus peores números con 71 golpes (cuatro birdies y tres bogeys) mientras que Miguel Ángel Jiménez y Eduardo de la Riva se calcaron las tarjetas, ambos 67, para subir 15 posiciones y terminar en el puesto 42º.

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