Torneo desbocado con Rahm mostrando buenas sensaciones

Ninguno pareció dejarse nada en la bolsa y a pesar de ser un recorrido desconocido para todos debido a los cambios sufridos, el Glen Oaks Club no supuso demasiado problema para los 120 participantes de este primer playoff de la FedEx Cup.

El más brillante ha sido el norteamericano Russell Henley (64 impactos con ocho birdies y dos bogeys) pero a rebufo tiene al número uno, Dustin Johnson, quien parece haber encontrado la inspiración perdida desde hace meses. Está a un golpe y disputó el partido de la jornada por nombres y por resultados, pues tenía al lado a Rickie Fowler y Jon Rahm, ambos con -2 (68 golpes).

El vasco supo manejar los nervios propios de su primer play off y de jugar junto a dos pesos pesados, y la jugada le salió bien. Mandó desde el tee y no se mostró nada dubitativo en los greenes, pudiendo haber hecho incluso alguno más de los tres que consiguió, por lo que las sensaciones del estreno han de ser muy positivas.

Todo lo contrario le ocurrió a Rafa Cabrera Bello, quien pareció dejarse la inspiración y el acierto en la casa club. Marcha último, con 79 golpes, cometiendo siete birdies (cinco seguidos nada más comenzar) y un doble bogey, un dolor de muelas demasiado grande en un estreno, y más en esta competición. No queda otra que mirar hacia arriba, puesto que para abajo es imposible y sacar casta y garra para procurar avanzar lo máximo posible.

De los nombres importantes, todos más o menos mantuvieron el tipo. Bubba Watson comenzó con 67, enchufado como hacía tiempo que no se le veía (quizá ahogado por la presión de tener que brillar para poder meterse en el segundo playoff) y, por el momento, demostró que su golf está intacto, veremos si le acompaña durante lo que queda de competición; Justin Rose se marcó un 68, Jason Day, Jordan Spieth y Henrik Stenson un golpe más, Charl Schwartzel (70), Ian Poulter (71), Phil Mickelson (72) y Rory McIlroy (73). El norirlandés no comenzó muy bien (quizá le sigue afectando el cansancio) y aunque tiene margen, no debe descuidarse, porque en estas citas el baile de posiciones es mucho más importante y, a la vez, peligroso.

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