Golf
Un rugido histórico de Tiger Woods
Pocos o prácticamente nadie creía en la machada, menos aún tras ver el excelente juego que había desplegado Francesco Molinari tanto en el segundo como en el tercer día de competición. Pero esto es Augusta y él es el ‘Tigre’. Vestido con su eterno color rojo de los domingos, volvió a rugir, lo hizo como nunca y levantó por completo a los aficionados
Tiger Woods es al golf lo que Michael Jordan al baloncesto, Maradona al fútbol, Michael Phelps a la natación, o Roger Federer o Rafa Nadal al tenis, por citar solo algunos, un ídolo, un jugador eterno. Alguien con un aura especial, al que se le recuerda por sus grandes gestas, por levantarse siempre y volver a reinar.
Tiger Woods, el ‘Tigre’, él y su maltrecha espalda en el pasado (y su rodilla, sus problemas con la policía, problemas personales...), bajaron al barro, cayeron, supieron conocerse mejor, emerger y ahora reinar. Ambos han rugido en Augusta, su territorio, en el que ya es amo y señor con cinco chaquetas verdes (con el permiso del rey Jack Nicklaus) además de 15 Majors. Brazos al cielo, gritos de alegría y abrazo con familia, caddie y aficionados.
Augusta es un torneo especial, diferente a todos, con una esencia particular que le convierte en casi mágico y ahora, más dentro todavía de los libros de historia gracias a Tiger.
Pero volvamos al principio, al tee del 1. Hay que decir, lo primero de todo, que el tiempo terminó respetando y la lluvia no ensombreció en absoluto la prueba. Venía tormenta, pero no del cielo, sino de las muñecas de Tiger. Francesco Molinari, la gran decepción del día empezó algo cohibido; desde luego, no es un jugador al que este tipo de torneos le vengan grandes (ya demostró en la Ryder su nivel) pero no fue el martillo pilón de otras ocasiones, quizá más pendiente de aguantar que de soltarse, más preocupado de lo que podía perder que de lo que estaba muy cerca de ganar. En ese trance apareció un bogey, en el hoyo 7 que rápidamente solventó con birdie en el 6, pero en los segundos nueve la presión le pudo.
Obtuvo dos birdies (13 y 17) que intentaron solventar la doble liada en que se metió el solito en el 12 (doble bogey) y en el 15, otro más, abriendo puertas, ventanas e incluso regalando las llaves de su casa, y por ahí entró como un elefante en una cacharrería Woods.
El norteamericano, que ya había avisado con tres birdies y dos bogeys en la primera mitad, supo gestionar otro bogey más en el 10 y tras el Amen Corner, la parte donde a muchos les tiemblan las piernas, emerger, con birdies en el 13, 15 y 16 y poner al público a su favor, metiendo más presión aún si cabe. Todo ello, para terminar jugándoselo con Brooks Koepka (Molinari se autodescartó), ya que su compatriota venía con eagle, un birdie y un doble bogey; metió otro birdie en el 15 pero a falta de tres hoyos no supo o no pudo apretar más a un Tiger que iba vestido de su color favorito de guerra: el rojo.
Al final, los norteamericanos reinaron en Augusta, en su territorio, como ya demostraron el primer día, logrando ahora que en las diez primeras posiciones hubiese hasta siete representantes de las barras y estrellas, pudiendo únicamente colarse Jason Day (quinto empatado), Francesco Molinari y su hecatombe y Jon Rahm, en el noveno lugar empatado. Y es que por detrás de Woods terminaron a un golpe Dustin Johnson (demostrando su capacidad de sufrimiento y su vitola de número 1 con una ronda de 68 golpes), Xander Schauffele y el citado Koepka; Jason Day, Tony Finau, Webb Simpson y Molinari con dos golpes de diferencia y cerrando el top 10, Rickie Fowler, Jon Rahm y Patrick Cantlay.
Si seguimos bajando en la tabla, Justin Thomas aparece en el T12 con un hoyo en 1, en el 16 (donde tambien lo conseguiría Bryson DeChambeau, este en el T29), junto con Ian Poulter, Matt Kuchar y Justin Harding; Phil Mickelson en el T18, Rory McIlroy en el T21 junto con, entre otros, Jordan Spieth y en el puesto 36, Tommy Fleetwood y Henrik Stenson.
Rafa Cabrera Bello, por su parte, finalizó su participación con 68 golpes, su mejor registro, y fue capaz de ascender hasta el puesto 36 y de terminar bajo PAR, un resultado muy bueno en el Augusta National. Su ronda se saldó con seis birdies y dos bogeys.
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