Atlético de Madrid

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Griezmann resucita

El francés se reencuentra de nuevo con el gol. No marcaba desde el choque de Mestalla. Lleva siete, uno menos que el curso pasado.

Griezmann marcó en Ipurua después de dos largos meses sin anotar en Liga
Griezmann marcó en Ipurua después de dos largos meses sin anotar en Ligalarazon

El francés se reencuentra de nuevo con el gol. No marcaba desde el choque de Mestalla. Lleva siete, uno menos que el curso pasado.

¿Le sobran a Simeone Correa, Gaitán y Carrasco? El debate de que los mejores tienen siempre cabida en el equipo y pueden jugar juntos se abre, de nuevo, en el Atlético, después de que Simeone haya dado una vuelta de tuerca al equipo y recurra, a la vista de los malos resultados y a la irregularidad de los meses de noviembre y diciembre, al «cholismo» más puro, al «cholismo» más rancio desde el punto de vista de la estética. El técnico no hace con el apoyo de los pesos pesados del vestuario –Gabi, Godín, Griezmann y Koke–, que se encuentran más cómodos con un sistema en donde prevalezca el orden y la defensa antes que los destellos, la anarquía y el buen juego que puede aportar, por ejemplo, Carrasco, que podría ser uno de los damnificados por el retorno al pasado de los rojiblancos.

Un dato para los desmemoriados nos revela que el Atlético fue líder del campeonato en la octava jornada después de golear (8-0) al Granada en el Calderón. Y ese día jugaron juntos Correa, Carrasco, Gameiro y Griezmann. El belga marcó tres goles, pasó a ser el rey del mambo y nadie se daba cuenta de que no presionaba o era muy individualista. El argentino Correa hizo otros dos tantos y Gaitán, que sustituyó a Gameiro, también se apunto al doblete. Curioso que Griezmann en 66 minutos no viera puerta. Lo mismo que su paisano porque fue Tiago el que completó la goleada.

El Atlético perdió el domingo siguiente en Sevilla, el liderato se fue por la borda, y poco después Gabi abrió el melón sobre la posición de Koke. Con el canterano en la banda, el equipo defiende mejor, pero no es menos cierto que con él por el centro el último pase y la dinámica del juego crecen. Koke, 25 años ayer y 200 partidos en Liga, tiene que ser el jefe.

Para Simeone, recuperar los goles de Griezmann es fundamental porque el Atlético todavía no ha encontrado un «9» en condiciones. Jackson fue un fracaso y Gameiro, el elegido tras fallar Diego Costa, no acaba de soltarse. Lleva seis goles, se entiende muy bien con su compatriota, pero le falta contudencia. Quizá sea una víctima de lo que exige el Cholo y con un año de aprendizaje sus prestaciones sean mayores el próximo curso. Su rival, Torres, aporta fuerza, potencia y velocidad, pero el gol se ha olvidado del Niño. Correa y Gaitán son intermitentes en sus actuaciones y Carrasco, al que no le gusta jugar por la derecha, tendrá que volver a ganarse la confianza del técnico argentino.

Esa confianza que tiene Giménez en su papel de destructor o Juanfran como volante derecho. Son las opciones para hacer al Atlético más fuerte, más rocoso. Es el espejo del pasado en el que se mira ahora Simeone.