Fútbol
Guerra civil en Alemania por la decisión de la Federación de fútbol de cambiar Adidas por Nike
La DFB ha tomado la decisión por razones económicas y ha recibido críticas masivas de la sociedad germana
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha sido objeto de duras críticas por la decisión de poner fin a su cooperación con Adidas tras siete décadas y cerrar un nuevo trato con Nike a partir de 2027, con lo que, según una opinión mayoritaria, se dice adiós a un trozo de identidad alemana. "No me puedo imaginar la camiseta alemana sin las tres rayas", dijo el ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck en declaraciones que citan medios alemanes. "Adidas y Alemania son para mi parte de un todo. Hubiera deseado un poco de patriotismo económico", agregó.
La diputada Dorothee Bär, que tiene su distrito en la misma zona donde está la central de Adidas, dijo que la decisión de la DFB era "una equivocación desalmada".
En las redes sociales muchos aficionados criticaron también el cambio de patrocinador a lo que la DFB reaccionó expresando cierto grado de comprensión. "Entendemos que la cuestión tenga un lado emocional. Para nosotros también se trata de un antes y un después cuando una cooperación llena de éxitos termina después de más de setenta años", dijo la DFB en su cuenta de X.
La decisión de cambiar Adidas con Nike tiene una razón fundamentalmente económica. Nike había presentado la oferta financieramente más atractiva, según la DFB.
En una encuesta relámpago realizada por el diario "Bild", en la que participaron 400.000 personas, un 85 por ciento se manifestó en contra de la decisión de la DFB.
Según informaciones del periódico económico "Handelsblatt" la DFB recibirá 100 millones de euros al año de Nike. Adidas pagaba 50 millones al año.
Entre los críticos estuvo también el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach. "Me parece una equivocación dejar que el comercio destruya una tradición y una seña de identidad", dijo Lauterbach.
El primer ministro de Baviera, Markus Söder, dijo en X que se trata de una decisión equivocada e incomprensible. "La historia de los éxitos comunes empezó en 1954 con el inolvidable título mundial", dijo Söder recordando el llamado "milagro de Berna". "El fútbol alemán es patria pura y no una ficha en el juego de consorcios internacionales", dijo.
El jefe de la oposición, Friedrich Merz, dijo que la decisión era "incomprensible y antipatriótica".
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