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El eterno «Maracanazo»

«Marta es mejor que Neymar», grita la afición tras los dos empates a cero de Brasil

Neymar se marcha cabizbajo al vestuario tras empatar ante Irak
Neymar se marcha cabizbajo al vestuario tras empatar ante Iraklarazon

«Marta es mejor que Neymar», grita la afición tras los dos empates a cero de Brasil

«Marta es mejor que Neymar», grita la afición brasileña en los estadios. Marta es la estrella de la selección femenina, que lucha también contra la maldición que impide al fútbol brasileño ganar una medalla de oro en los Juegos. Pero Marta, cinco veces elegida mejor jugadora del mundo, y sus compañeras han comenzado el campeonato como se esperaba de ellas. Ganaron a China en el debut (3-0) y a Suecia en la segunda jornada (5-1) con dos goles de su mejor futbolista.

Neymar, sin embargo, cargaba camino del vestuario en la noche del domingo con el peso del brazalete de capitán, del número «10» y de dos empates a cero contra Sudáfrica e Irak, dos rivales evidentemente inferiores a los anfitriones.

«Esto no es llegar y llevarnos el oro para casa», advertía Neymar después del estreno ante los sudafricanos. Pero tampoco esperaba que resultara tan complicado avanzar en el campeonato. Los dos empates obligan a Brasil a jugarse la clasificación en el último encuentro de la primera fase contra Dinamarca, en principio, el rival más complicado de los tres.

«El primer partido siempre es el más difícil por la ansiedad de que comience la competencia. Creo que la ansiedad nos acabó perjudicando un poco», admitía el «10» de Brasil tras la igualada inicial. Ahora, la presión se ha multiplicado varias veces. Y ya no se trata de ganar el oro, sino simplemente de sobrevivir en el torneo.

Brasil juega lento, sin ritmo, y sus futbolistas parecen vulgares. No aparece Gabriel Jesús, reciente fichaje del Manchester City, y Luan, una de las presuntas futuras estrellas del fútbol brasileño, es una sombra.

Neymar escogió disputar los Juegos en lugar de la Copa América para dar a su país el único título que aún no ha podido conseguir. Era su ilusión después de que hace dos años terminara lesionado el Mundial que jugaba en su casa y viendo como un espectador más la terrible goleada (1-7) con la que Alemania apartó a los brasileños de la final. Desde 1950 el fútbol brasileño ha peleado contra el recuerdo del Maracanazo, contra la imagen de aquel disparo de Ghiggia que se cuela junto al palo de Barbosa. La decepción del Mundial 2014 sólo hizo más profunda aquella herida. Neymar quería convertirse en el héroe que consiguiera cerrarla con un triunfo olímpico en casa, pero por el momento, Marta es mejor.