Baloncesto
De la forma más bonita
La selección femenina alcanza por primera vez la lucha por las medallas olímpicas con una canasta sobre la bocina de Anna Cruz
La selección femenina alcanza por primera vez la lucha por las medallas olímpicas con una canasta sobre la bocina de Anna Cruz
«Ocho puntos abajo. Os va la marcha», dijo a sus chicas Lucas Mondelo cuando más calentaba el sol para España y se adivinaba un desierto en los siete minutos que quedaban. Turquía se veía en semifinales y la selección femenina española temía quedarse otra vez a las puertas de la lucha por las medallas en unos Juegos. No puedo estar entre las cuatro mejores en Atenas, en Pekín y en Barcelona, cuando se estrenó como equipo anfitrión. Ayer, las turcas se habían repuesto a un mal final de segundo cuarto y habían podido por fin encontrar a Sanders, que anotaba con facilidad bajo el aro o doblaba el balón para que las exteriores castigaran desde el triple. España estaba atascada, con Marta Xargay en el banquillo por sus cuatro faltas y Alba Torrens bien defendida casi siempre.
Pero ni Lucas Mondelo, el seleccionador, ni sus jugadoras habían ido a Río para rendirse cuando había tiempo por delante. «Si hace falta luego os pongo oxígeno, pero hay que apretar como nunca lo hemos hecho», les advirtió el técnico en el último tiempo muerto que le quedaba. En la grada, el presidente de la Federación, Jorge Garbajosa, y el ex, Pepe Sáez, sufriendo y animando a partes iguales, confirmando que para la FEB, el baloncesto femenino ha sido siempre una prioridad. También empujaban desde la grada Mirotic y José Calderón, que sacaron tiempo para ir a ver a sus compañeras.
Si dejaron algo por hacer para ir al partido estuvo bien empleado, porque después de la charla emotiva de Mondelo llegó la reacción, una remontada épica que llevó a las españolas a la pelea por los metales de la manera más bonita posible.
Una canasta de Anna Cruz sobre la bocina rindió a las turcas, un equipo que venía en racha y convencido de que apoyado en Sanders (22 puntos y 10 rebotes) podía estar en semifinales.
Y eso parecía hasta que Ndour maniató a la estrella rival y Anna Cruz empezó su «show». La campeona de la WNBA la temporada pasada anotó ocho de los diez últimos puntos de España en acciones individuales, vistiéndose de Torrens al asumir responsabilidades. Precisamente Alba perdió un balón por tratar de dejar que pasara el tiempo que a punto estuvo de llevar el partido a la prórroga. Pero no, faltaba la mágica canasta que acercaba las medallas.
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