Preparados para el desafío

España derrota a Argentina con otro partido muy sólido. Mañana cuartos de final ante Francia y en semifinales esperaría EE UU

España debía ganar a Argentina para seguir en Río y lo hizo. No fue con la contundencia mostrada ante Lituania –en realidad eso era imposible– pero las sensaciones fueron las mismas. El equipo de Sergio Scariolo está preparado para afrontar el desafío de Francia en cuartos de final y una hipotética semifinal ante Estados Unidos. El trayecto hasta la final es el peaje que hay que pagar por el mal arranque de campeonato, por las derrotas ante Croacia y Brasil. La soñada final ante los yanquis se adelanta un capítulo, aunque antes habrá un clásico mañana ante los «bleus».

Lo mejor de España ante Argentina llegó al principio. Fue la capacidad de respuesta sin alterar el rictus ante un arranque más que notable de los albicelestes. Dos triples de Ginóbili y una acción de Laprovittola en apenas 90 segundos hubiesen sembrado el pánico al equipo de las dos primeras jornadas. Pero esta España tiene un aspecto mucho más saludable. El equipo después de pasar el trago de Nigeria es otro. La respuesta ofrecida ante Lituania se prolongó cuando Argentina intentó alzar la voz. Rudy y Mirotic se pusieron el traje de ejecutores y el equipo empezó a jugar muy pronto con la fluidez que había mostrado ante los bálticos. La defensa exterior –el perímetro es casi el único arma de los suramericanos al margen de sus toneladas de carácter– se ajustó y en ataque España es capaz de hacer fácil lo difícil. Dos triples de Rudy y otros dos de Mirotic impulsaron un parcial de 22-3 en siete minutos. Cuando Scariolo movió el banquillo no hubo bajón. El acierto desde el triple de España (7/13 al descanso) palió que Pau no resultara tan importante como de costumbre en ataque. Hasta bien avanzado el segundo cuarto no se fabricó su primera canasta. Daba igual porque todos producían (41-25, min 16) y en la albiceleste la única respuesta eran los detalles de Ginóbili, Nocioni y Campazzo. Cuando el físico de los veteranos de la albiceleste no dio para más, España se disparó. Un triple de Pau situó la máxima diferencia (55-35) y cuando todas las selecciones del planeta habrían sacado la bandera blanca, Argentina no se rindió. Encontró la colaboración en el inesperado protagonismo del árbitro canadiense. Comenzó a repartir técnicas y España empezó a preocuparse más de Seibel que del rival. Navarro fue el que peor parado salió. Dos técnicas y a la calle. Los argentinos, cancheros como pocos, se empeñaron en que el partido no estaba decidido. Llegaron a tener un par de posesiones para situar la desventaja por debajo de los diez puntos, pero no las aprovecharon. Cuando España volvió a preocuparse sólo del juego llegó el tirón definitivo. Pau, que terminó con 19 puntos y 11 rebotes en su día más gris, se sumó al recital de Rudy. La Selección recuperó la veintena de ventaja y a falta de poco más de tres minutos, Argentina dejó de pelear. Pau se marchó al banquillo y España empezó a pensar en Francia, un cruce que se ha repetido sin cesar en los últimos campeonatos. El equipo llega preparado y el último precedente fue la inolvidable semifinal del pasado Eurobasket.

Francia... y luego estados unidos

Después de su exhibición ante Lituania, España no falló frente a Argentina en el cierre de la primera fase y pasó como segunda del Grupo B a los cruces. Llegan los partidos sin margen de error y en cuartos de final espera mañana Francia, un enemigo habitual en los últimos tiempos. Ante los galos perdió España en esta misma altura del Mundobasket de 2014. Un año después, Pau y compañía vengaron aquella derrota con un magnífico triunfo en Lille en las semifinales del Europeo de Francia. Mañana vuelven a medirse en Río camino de las medallas. El siguiente paso sería, si no hay sorpresas, ante Estados Unidos.