Ciclismo

Brasil

La primera medalla, a su alcance

Con Valverde y «Purito», España peleará por el metal en un circuito «durísimo», según reconoce el seleccionador, Javier Mínguez

«Purito» y Alejandro Valverde, rodando en vísperas de la prueba de fondo en carretera
«Purito» y Alejandro Valverde, rodando en vísperas de la prueba de fondo en carreteralarazon

Con Valverde y «Purito», España peleará por el metal en un circuito «durísimo», según reconoce el seleccionador, Javier Mínguez

Mientras selecciones como la de Italia se entrenaban en el Parque Olímpico, en las inmediaciones de la Villa de los deportistas y en sectores de Río que no representaban riesgo para el deportista, Javier Mínguez se fue con el equipo a 80 kilómetros de la capital carioca al Centro de Alto Rendimiento, en Teresópolis, donde la «canarinha» afina habitualmente su condición física. «Estuvimos en un buen hotel, fresquitos, muy bien; entrenamos como corresponde a una cita de esta categoría y regresamos a Copacabana, punto de partida y llegada de la prueba, para revisar el circuito, el de línea y el de la contrarreloj», aclara el técnico vallisoletano.

Preparación concienzuda y sin sobresaltos; luego, la carrera dirá. «El circuito no es duro, es durísimo», apunta Mínguez. «Muy selectivo», y procede a la descripción: «Se va a romper en las tres últimas vueltas, que serán las decisivas, hacia el kilómetro 160 (son 238 de recorrido)». El circuito, en realidad, son dos. El primero, Grumari, al que hay que dar cuatro vueltas y subir en cada giro dos pequeñas ascensiones. «En este tramo van a trabajar Castroviejo y Erviti». Se trata de vigilar a los otros favoritos, pero será una labor recíproca. «Nosotros estaremos pendientes de holandeses, italianos, franceses y británicos, y ellos de nosotros, porque presentamos muy buen equipo».

El segundo circuito, al que se vuelve por la larga recta de Copacabana, consiste en tres ascensiones a Vista Chinesa, un parque natural que va a dejar pocas opciones de excursión a los ciclistas. Son 9 kilómetros de subida, con tramos del 12 por ciento en el Alto de las Canoas. Culminada la última escalada, 25 kilómetros de descenso hasta la meta. Para este trayecto Mínguez pretende reservar a Jon Izaguirre, Purito Rodríguez y Valverde. «Es una carrera para escaladores. A Contador le habría venido muy bien, pero me dijo que, tras la caída en el Tour, estaba preparando la Vuelta», aclara el seleccionador. Hay quien cree que por ser una prueba de un día, tanto Purito como Valverde, sobre todo, están más cualificados que el pinteño para luchar por las medallas.

En 2013, en Florencia, el portugués Rui Costa, que también parte hoy entre los aspirantes, levantó el oro a Purito –plata– y a Valverde –bronce– por una decisión errónea del murciano... «A toro pasado, ya firmaría aquel resultado aquí, dos medallas, segundo y tercero; pero por muy bien que estemos, que lo estamos, una prueba como ésta la puede ganar incluso uno que no es favorito». El «outsider» en aquel Mundial fue Rui Costa, quien, sobre el papel, también en Río acumula una serie de adversarios «top ten». Entre los españoles, Alejandro Valverde, y además, el británico Chris Froome, su compañero en el Sky el holandés Poels y su compatriota Mollema, el francés Bardet y no hay que olvidarse de los colombianos, con Urán, Henao y Chaves como alternativas. Es una carrera de escaladores; Mínguez abre una puerta también a los italianos, a Nibali, que ha corrido Giro y Tour, y a Fabio Aru; pero, quién sabe, dada la forma de Dumouline o de Yates o de Daniel Martin. Hay un hecho cierto: España aspira a medalla, tiene en sus filas a dos de los favoritos, por eso hay que confiar en Valverde y «Purito».