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Un policía y un tronista, la pareja perfecta

A pesar de que el piragüismo les ha unido para siempre, las historias de Saúl Craviotto y Cristian Toro han recorrido caminos muy dispares

A la izquierda, Saúl y a la derecha, Cristian, mordiendo la medalla de oro tras su victoria en la prueba de kayak doble en 200 metros
A la izquierda, Saúl y a la derecha, Cristian, mordiendo la medalla de oro tras su victoria en la prueba de kayak doble en 200 metroslarazon

Algo más de siete años separan a Craviotto, de 31 años y Toro, de 24. Experiencia y juventud se han unido para dar el quinto oro a España.

Saúl Craviotto (Lérida) y Cristian Toro (Isla Margarita, Venezuela) aunaron la experiencia y la juventud, pero sobre todo el poderío, para convertir el K2 200 metros en el nuevo bote ganador del piragüismo español.

Tras ganar el oro con Carlos Pérez Rial en la prueba de K2 500 metros de los Juegos de Pekín, Craviotto supo también triunfar en solitario y, entre otros logros internacionales del máximo nivel, se colgó la plata en Londres 2012 en K1 200 metros. Después, en el icónico Picadilly Circus de Londres, pidió matrimonio a su novia Celia. Además, el atleta catalán es padre.

Policía de profesión, en noviembre del pasado año, diez meses después de nacer su hija, comenzó a unir sus fuerzas y a preparar junto a Toro un barco que primero lograría el billete olímpico para, más tarde, alzarse como ganador. En estos siete meses, Saúl y Cristian, competitivo como pocos, lo han conseguido.

Por su parte, Toro, conocido también por su paso en el popular programa «Mujeres y hombres y viceversa», residente en Avilés y lucense de adopción, ha ayudado a mantener en el primer nivel a Craviotto, que vive en Gijón y que fue liberado por la policía para preparar estos Juegos.

Craviotto no ha tenido problemas para complementar la preparación para el K1 y el K2, y el afán de progresar de Toro le ha dado esa chispa. En sentido contrario, Toro ha recibido de su compañero las imprescindibles dosis de madurez dentro y fuera del agua.

Dentro del agua, en una distancia tan corta como ésta, fue imprescindible mejorar la salida, en la que era más fuerte Toro, y que éste progresara también para el tramo final, en el que Craviotto se desenvolvía mejor.

Además, el joven Toro tuvo que adaptarse al ritmo de paladas del ilerdense, que tiene menos frecuencia que el resto de rivales por sus 1,92 metros. Al final, han conseguido la conjunción absoluta para crear un cóctel que los eleva al olimpo dorado.

Los pupilos en Trasona de Miguel García certificaron su presencia en Río al ganar en Duisburgo (Alemania) y posteriormente consiguieron el oro en la Copa del Mundo, en ambos casos con una ventaja importante.

En la Lagoa Rodrigo de Freitas, tras pasar directamente a la final al ganar con autoridad su serie, se impusieron con una diferencia notable de 0.293 sobre el bote británico en una nueva demostración del potencial de este dúo.

Para Craviotto este éxito es un punto y seguido. Este viernes mismo tiene de nuevo el reto del K1 200, prueba en la que intentará al menos repetir podio. Disputará las series, en la segunda manga, y la semifinal. Si finalmente supera ambas cribas luchará por otro podio el sábado.