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La conquista del Everest, un sueño que cumple 60 años

Nueva Zelanda conmemora hoy el 60 aniversario de la hazaña del expedicionario Ed Hillary, quien, junto al sherpa Tenzing Norgay, coronó por primera vez la cima del monte Everest, el más alto del mundo.

Estos dos integrantes de la expedición británica otearon por unos 15 minutos el horizonte desde el punto del planeta que está a mayor altura, la cumbre del Everest, de 8.848 metros.

Hillary y Norgay entraron en la historia al abrir un camino que, desde entonces, han recorrido los cerca de 6.200 montañeros que han pisado la cumbre del Everest, mientras unos 230 se han dejado la vida en esta montaña.

Aquel escalador neozelandés de 33 años integrado en la expedición británica se felicitó de haber sido él el primero en alcanzar la cima cuando tras descender se abrazó a su compatriota George Lowe, miembro del equipo de apoyo a la pareja.

El escritor y documentalista Tom Scott, quien pasó mucho tiempo al lado de Hillary, dijo que a pesar de que los británicos querían que uno de los suyos conquistara el Everest, éstos "no tuvieron otra opción que la de dejar que lo hiciera aquel chico desgarbado del sur de Auckland".

"Estoy absolutamente convencido de que si Ed Hillary no hubiera sido miembro de esta expedición de 1953, no se habría podido escalar la montaña ese año", comentó Scott a la cadena neozelandesa TVNZ.

Al hablar del héroe nacional cuyo rostro aparece en los billetes neozelandeses de cinco dólares, Scott asegura que Hillary consiguió llegar a la cima gracias a "su determinación e increíble fortaleza física".

La hazaña de Hillary fue recordada hoy también en la Antártida, el territorio escenario de numerosas expediciones neozelandesas.

La directora de la misión neozelandesa de invierno en la Antártida, Becky Goodsell, y el subdirector, Mike Rowe, colocaron hoy una bandera de su país en el llamado Crater Hill, punto cercano a la base Scott, donde en esta época del año el termómetro marca temperaturas de 42 grados bajo cero, según Radio New Zealand.

Ambos portaban un hacha de hielo que fue firmada por el fallecido explorador neozelandés, quien ascendió hasta la cima de Crater Hill cuando formó parte de la Expedición Trans-Antártica de la Commonwealth, que en 1958 se convirtió en la tercera en alcanzar el Polo Sur por tierra.

Antes lo hicieron las expediciones de Roald Amundsen en 1911 y de Robert Scott en 1912.

Para los neozelandeses, Ed Hillary fue una persona con grandes valores y hasta ejemplar, por su sencillez, humanidad y espíritu de lucha.

Según escribió Hillary, "incluso el mediocre puede tener aventuras e incluso el temeroso las puede alcanzar"si se lo propone.

Además de un hombre seducido por la aventura, Hillary, a quien la revista Time señaló como uno de los cien personajes más influyentes del siglo XX, realizó una intensa labor humanitaria en Nepal.

Tras alcanzar la cima del Everest, Hillary creó una fundación que ha construido dos hospitales 27 escuelas y ha ayudado a preservar la cultura local, recordó la cadena TV3 de la televisión neozelandesa al emitir un programa sobre el montañero.

A pesar de este legado, aún "hay mucho que hacer", dijo la hija del expedicionario, Sarah Hillary, al admitir que durante largo tiempo no estuvo interesada en la hazaña de su padre.

Sarah Hillary tiene previsto pronunciar hoy un discurso junto al montañero neozelandés Peter Cammell en el Museo de Auckland, que aloja una exhibición especial sobre la hazaña del legendario héroe neozelandés.

Por su parte, el hermano de Sarah, Peter Hillary, acudirá a una gran celebración en Londres que contará con la participación de la reina Isabel II y el duque de Edinburgo, así como el hijo del mítico sherpa Tenzing Norgay.

Además, durante 2013 se estrenará en Nueva Zelanda el filme épico titulado "Más allá del límite"(Beyond the Edge) para conmemorar el ascenso de Hillary, anunció el productor Matthew Metcalfe.

"Contará a la gente cómo sucedió, cómo se logró y por qué es importante y especial", dijo Metcalfe sobre esta cinta que se rodó, según precisó, en condiciones extremas e incluso uno de sus equipos tuvo que escalar el Everest para obtener imágenes desde la cima.