La última salida para Bale

Una puerta se abre para la salida de Gareth Bale del Real Madrid. Se trata sólo de desandar el camino para regresar a casa, al Tottenham, de donde salió en el verano de 2013. El actual subcampeón de Europa puede ser el destino del galés si se alcanza un acuerdo para el traspaso entre las dos entidades.

El galés se ha quedado fuera de la convocatoria para la Copa Audi, el torneo que organiza el Bayern de Múnich, y que enfrenta al Real Madrid y el Tottenham en su primera semifinal. Pero el torneo puede ser decisivo para el futuro del galés. En el campo se encontrarán el Tottenham y el Real Madrid y fuera, sus dirigentes para tratar el traspaso del "11"madridista, que en ningún caso se acercará a los casi 100 millones de euros que el Real Madrid pagó por él.

Una vez descartado el pase a China, donde los clubes pueden pagar sueldos millonarios pero tienen dificultades para hacer lo mismo con los traspasos por la exigente fiscalidad del país, la Premier se presenta como la salida más razonable para Bale. Los clubes ingleses tienen dinero procedente de las televisiones para hacerse cargo de sueldos como el del galés, que alcanza los 17 millones de euros, y para pagar un traspaso que el Real Madrid pueda considerar razonable.

Su situación en el Real Madrid es insostenible. La tensión generada entre Zidane y su agente, aunque sea a distancia, hace muy complicada su continuidad a pesar de su buen rendimiento en la segunda parte del amistoso contra el Arsenal. Marcó un gol y evitó otro, pero eso no puede cerrar la distancia abierta con su entrenador ni tapar seis años de un rendimiento por debajo de lo esperado.

Tampoco la lesión de Marco Asensio ha abierto una puerta para su continuidad. "Una cosa no tiene que ver con la otra", decía Zidane. Son futbolistas diferentes y, sobre todo, son situaciones diferentes para el preparador madridista, que tal vez tenga que quedarse con James para tapar la ausencia del balear. El colombiano era otro de los descartados por el técnico francés, pero las lesiones y el desastre ante el Atlético de Madrid, que parecía ser su destino, pueden favorecer la continuidad de James en el equipo.

Las lesiones han impedido rendir a Bale durante sus seis temporadas como madridista y su relación con Zidane se torció definitivamente cuando reclamó una salida del club después de ganar la Decimotercera ante el Liverpool con dos goles suyos. El momento no era el mejor para pronunciar esas palabras y una de las exigencias para continuar en el banquillo que puso Zidane fue la venta del galés y la continuidad de Cristiano. Se marchó el portugués y se quedó Bale. Y Zidane dimitió pocos días después de ganar su tercera Champions consecutiva.

Ya en Estados Unidos, advirtió que la salida de Bale debía producirse lo antes posible. "Si es mañana, mejor para todos. Para él, también", asumía el técnico francés. Pero Bale no se ha ido todavía. El Tottenham puede ser la solución al problema.