Comunicación

Larga vida al papel

Larga vida al papel
Larga vida al papellarazon

Las ediciones impresas resurgen con fuerza tras la crisis y se complementan a la perfección con el soporte digital.

Basta escribir en Google «desaparición periódicos papel» para encontrar miles de entradas vaticinando precisamente eso, la «muerte» de la prensa, de las ediciones impresas de los periódicos. Hay fechas para todos los gustos, desde las más catastrofistas que anunciaban el año 2017 como el comienzo del fin, hasta aquellas que, más optimistas, alargan la fecha hasta el año 2040.

Sin embargo, como parte de este ejercicio práctico, les recomiendo que miren las fechas de todas estas entradas. Comprobarán que, salvo alguna excepción, todas ellas son de hace ya algunos años y muy pocas posteriores a 2010 o 2011.

Quiere esto decir que todos estos agoreros que preveían un mundo sin periódicos en papel a corto plazo de un tiempo a esta parte han optado por guardar silencio o, incluso, renegar de sus predicciones. ¿Quiere eso decir que la prensa está a salvo en este proceloso mundo digital? Desde luego que no, pero sí parece que poco a poco empieza a encontrar su sitio. De hecho, no sólo parece haberse frenado la oleada de cierres que sacudieron al sector en los años más duros de la crisis, tanto en España como en el resto del mundo, sino que hay quien se atreve de nuevo a apostar por un soporte como el papel que parecía condenado.

El reciente lanzamiento del semanal «Ahora» es sólo una muestra de esos brotes verdes que, aunque con cuentagotas, empiezan a aparecer. Poco a poco se va despejando el paisaje y el papel ha decidido dejar de pelear con el soporte digital para hacerse cómplices. Hay sitio para todos.

No en vano, un gigante de la comunicación como «The Wall Street Journal», uno de los medios que más han apostado por el formato digital en los últimos años, ha decidido lanzar nuevas ediciones impresas tanto en Europa como en Asia, en las que apuesta por un periodismo más cercano y buscando la información local, sin renunciar a su tradicional apuesta por la economía y las finanzas.

La compra del económico «Financial Times» por el grupo japonés Nikkei a Pearson, que también ha vendido el 50% de «The Economist», o la adquisición de «The Washington Post» por parte del millonario Jeff Bezos hace un par de años son sólo una muestra del interés que siguen despertando los medios impresos.

Ninguno de los nuevos propietarios de estos periódicos ha manifestado su intención de prescindir de la edición impresa. De hecho, si cualquiera de estas cabeceras, aun manteniendo los millones de usuarios que tienen en sus ediciones on-line, fuese sólo digital, no habrían alcanzado los precios astronómicos que se han pagado por ellas.

Otro ejemplo claro es el de la revista «Newsweek», que tras anunciar en diciembre de 2012 que se dejaba de publicar en papel, el pasado año volvía a los quioscos su edición impresa. Y es que el caso de las revistas es especialmente relevante, pues en los últimos años, aunque han sido muchas las que han desaparecido, no han sido menos las que han visto la luz. Sin ir más lejos, este mes de septiembre ve la luz la edición española de la mítica revista francesa de moda «L’Officiel».

Lo que está claro es que el papel no tiene la menor intención de irse y que ha resucitado antes incluso de haber muerto. Sólo tiene que adaptarse a los nuevos hábitos de lectura y los nuevos gustos de los lectores.