Las caídas no descansan en la Vuelta al País Vasco

Las caídas no paran en la Vuelta al País Vasco. Esta vez fue en un giro a siete kilómetros, la curva se cerraba y el firme resbalaba. El Astana, que iba marcando el ritmo, fue el más afectado. Primero, Pello Bilbao. Más tarde, Lutsenko. Y el grupo se empezó a romper a falta de siete kilómetros para la meta en la que volvió a imponerse Schachmann. Como siempre.