Lavillenie vuela más alto que Bubka

Hay récords del mundo de atletismo que parece que nadie va a ser capaz de superar, pero al final siempre aparece un genio para derribar a un mito.

Hay récords del mundo de atletismo que parece que nadie va a ser capaz de superar, pero al final siempre aparece un genio para derribar a un mito. Aunque se tenga que esperar mucho. Casi 21 años –faltaban seis días– resistió Sergei Bubka, la leyenda de la pértiga, en lo más alto. Los 6,15 metros que superó el ucraniano en Donetsk, el 21 de febrero de 1993, y que suponían su decimoctava plusmarca mundial en pista cubierta, parecían inalcanzables. Hasta ayer. Y fue precisamente en Donetsk donde un pequeño francés de 1,76 metros y algo más de 60 kilos, de nombre Renaud Lavillenie, despegó más alto que nadie lo había hecho antes con una pértiga. Hasta los 6,16 llegó, registro que ya había intentado alcanzar hace unas semanas en Bydgoszcz, Polonia, donde superó los 6,08 y falló los tres intentos en el récord del mundo.

Falló, pero se dio cuenta de que era posible y lo logró en casa de Bubka, que sigue conservando la plusmarca al aire libre (6,14), aunque seguramente por poco tiempo. «No estoy triste. Es un gran día. Estoy contento por él y orgulloso, porque es un gran atleta», dijo Sergei. Lavillenie ya fue campeón olímpico en Londres 2012 y apuntaba maneras de ser un grandísimo de la pértiga: «Pero ahora he pasado a otra dimensión», reconoció. «Esto era impensable hace unos años, pero hoy [por ayer] sentí que podía con todo», añadió. Y subió tan alto que prácticamente tocó el cielo.