Listo para el Bayern

Todavía faltan tres días, pero alrededor del Bernabéu ya huele a partido grande. A noche histórica entre dos transatlánticos europeos que Cristiano no quiere perderse de ninguna de las maneras. Ayer era día libre en Valdebebas para casi todos menos para Ronaldo, que acudió puntual a su cita con la recuperación de la microrrotura muscular. Primero, ejercicios físicos a alta intensidad y después, otra vez contacto con el balón para empezar a probar acciones de juego. «CR7» está cada día mejor y se siente con ganas de participar el miércoles, aunque la incertidumbre se mantendrá al menos hasta la previa cuando Ancelotti tome la palabra. Si no hay contratiempos, el portugués estará disponible para echar una mano a sus compañeros en el antepenúltimo escalón del camino hacia la «Décima».

Llega el Bayern, el peor enemigo posible actualmente, y Cristiano sabe que la plantilla le necesita, aunque se las haya apañado bien sin él en los 11 partidos que se ha perdido esta temporada. Sin la estrella, sólo cayeron en Dortmund y se apuntaron la Copa del Rey en Valencia, pero con él las opciones son mayores de conseguir un resultado ventajoso para la vuelta. Es un día clave para el Madrid y para Ronaldo, siempre dispuesto a dejar huella en las grandes citas. Se enfrentan los dos equipos con más participaciones en la mejor competición continental (44 ediciones el Real y 30 los alemanes), los que tienen más títulos (9 y 5), los que más partidos han ganado (216 y 161) y los que más goles han marcado (812 y 549). No hay «derbi» con más brillo ni en la vieja Copa de Europa ni en la actual Liga de Campeones. El vigente campeón se enfrenta al siempre aspirante Madrid y sus ganas de levantar por décima vez el trofeo de las orejas grandes.

Para que nada falte, regresa Guardiola al Bernabéu, autor intelectual de las últimas victorias del Barcelona en Chamartín. Pep es un ingrediente extra en la nueva batalla de la eterna guerra entre bávaros y madrileños. Desde el pisotón de Juanito, pasando por los goles de Makaay y Anelka o el penalti a las nubes de Sergio Ramos. Hay decenas de fotografías históricas de esta rivalidad esperando las siguientes, que se tomarán los próximos 23 y 29 de abril en busca de la final de Lisboa. «No llegamos en nuestro mejor momento», dice el técnico muniqués, al tiempo que vuelve a recordar lo difícil que es ser visitante en el Bernabéu: «Contra el Madrid debemos ofrecer un rendimiento superior», avisa a los suyos después de algunos partidos más bien grises tras ganar la Bundesliga. Con el título en el bolsillo, el Bayern parece sin chispa, aunque quizá no sea otra cosa que demasiada superioridad. Hasta Beckenbauer decía aburrirse con tantos pases antes de acabar las jugadas del mejor equipo de Europa en porcentaje de posesión. También era hasta hace poco la escuadra que más veces tiraba a portería por partido, aunque ahora, tras esta pequeña minicrisis, ha sido superado por el Real Madrid.

Nadie se fía del supuesto mal momento alemán, ni duda de que están afilando el cuchillo para desenfundarlo en la noche clave. Sin Thiago, estarán todos los demás de una plantilla tan amplia que Götze pasa más tiempo en el banquillo que sobre el césped y Müller no es titular indiscutible.

El Real Madrid no tendrá a Jesé ni a Khedira todavía, pero sí a Marcelo y a Cristiano, que buscará su gol número 15 en esta «Champions», el que le convertiría en el único futbolista en la historia capaz de marcar tanto en una sola edición de la Liga de Campeones. Ahora acumula 14, una cifra a la que ya llegaron Altafini, Van Nistelrooy y Leo Messi, y dispone de dos partidos, que serían tres si alcanza la final, para llegar donde nadie pudo. Le ha marcado cuatro al Copenhague; tres al Galatasaray, a la Juventus y al Schalke; y uno al Dortmund. Ahora le toca el Bayern.