Pilotos
Eterno Valentino
Maverick tenía un año y medio cuando Rossi, líder del Mundial, ganó su primera carrera
Maverick tenía un año y medio cuando Rossi, líder del Mundial, ganó su primera carrera
«La clave es que le gusta lo que hace y ya está», dice Tito Rabat de la eterna juventud de Valentino. «Es un ‘‘crack’’, una pasada y no se sabe hasta dónde puede llegar. Él está poniendo los límites», añade. Rossi es el líder del Mundial de MotoGP con 38 años y más de 20 después de su estreno en el campeonato. Asegura que no recuerda la fecha exacta de aquel día, pero su primer recuerdo es de unas semanas antes en los entrenamientos de pretemporada precisamente en Jerez. «Fue la primera vez que estuve en pista con pilotos de verdad y me adelantaban por todos los lados», admitía ayer en uno de sus circuitos preferidos y donde arrasó el curso anterior. El objetivo es alargar su ventaja en la clasificación y seguir apretando a unos rivales insultantemente jóvenes, pero con los que compite en igualdad de condiciones.
Cuando «Il Dottore» ganó su primera carrera (agosto de 1996), diez de los 31 pilotos de la categoría de Moto 3 actual no habían nacido. A María Herrera, por ejemplo, le quedaban ocho días para venir al mundo. Es un competidor de otra época que ha sabido adaptarse a los cambios cuando no ha sido él mismo quien se ha encargado de generarlos en su propio beneficio. Los dos rivales contra los que va a pelear por su décima corona eran unos niños cuando él conoció el sabor del podio en 125cc. Por aquel entonces en España se pagaba en pesetas y la moneda de curso legal en Italia era la lira, Lady Di y el príncipe Carlos se acababan de separar y en aquel mes se hizo el primer implante de corazón artificial. Todo es distinto ahora, menos el número «46», un mito con 12.000 socios en un club de fans que es una religión que sólo cree en ese número y en el color amarillo. En 1996 Viñales tenía poco más de año y medio, Marc tenía tres y Lorenzo, nueve, el único al que le había dado tiempo ya a competir con una mini moto.
«Está demostrando que con 38 años se pueden ganar carreras en MotoGP y ser líder del Mundial. Eso significa que tenemos un futuro largo», bromea Rabat, que no tiene ninguna duda de que la apuesta de Rossi este curso es seria. «Va primero, ¿cómo no va a tener opciones de ganar?», recalca con admiración. Marc, a pesar de la polémica del pasado, ha recuperado una relación correcta con Valentino y suele hablar de él en público con muchísimo respeto. Es lo que tiene haber ganado nueve títulos, 114 carreras (sólo por detrás de Agostini) y haber subido al podio 224 veces. Pero la figura del italiano va más allá y la eterna pregunta es qué va a ser del Mundial como negocio cuando decida retirarse. Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de la empresa organizadora, lo quiere mantener en la organización incluso una vez que se baje de la moto.
Cuando lo haga será en su finca de Tavulia donde apague la sed de velocidad como hace ahora los fines de semana sin competición. Allí entrena con las nuevas generaciones y les desvela algún secreto. En el rancho fue consciente Gelete Nieto de la pasión de Valentino. Estuvo un día invitado y se pasaron toda la jornada derrapando sobre la arena. Cuando el sol ya se iba y todos estaban hartos de pilotar, allí seguía el anfitrión dando vueltas sin descanso.
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