Motociclismo
La cerveza más motera
El Estrella Galicia es el único equipo con dos pilotos por categoría. Desde la base hasta MotoGP
El Estrella Galicia es el único equipo con dos pilotos por categoría. Desde la base hasta MotoGP
La cerveza gallega funciona magníficamente como combustible en el Mundial de motociclismo. El Estrella Galicia 0,0 o, lo que es lo mismo, el superequipo surgido de la unión de las estructuras competitivas de Monlau y Marc VDS, presentó ayer su proyecto para 2016 como la única escudería con dos pilotos por categoría y muchas opciones de ser protagonistas en todas. Lo que hace un año parecía una mezcla extraña se ha convertido en una cooperación de lo más fructífera, que los propios interesados definen como la «pirámide del éxito». Las raíces llegan hasta los primeros niveles de formación y ascienden hasta MotoGP, donde Tito Rabat y Jack Miller son la apuesta para la temporada que está a punto de comenzar.
«Queríamos ser la cerveza más motera y lo hemos conseguido. El proyecto de pirámide en el que se inspira el equipo es lo más parecido a lo que hacemos con la cerveza, que se fabrica a fuego lento, como sucede con nuestros pilotos. Esperamos brindar por muchos éxitos con una cerveza como la nuestra», decía Ignacio Rivera responsable de una marca que ha duplicado su producción en los seis años que lleva subida encima de una moto.
Si la cerveza es para todos, la parte deportiva está repartida entre Emilio Alzamora y Michael Bartholemy. El primero es el máximo responsable de la formación y del equipo de Moto3, en el que Jorge Navarro aspira al título en su segundo curso y Arón Canet tratará de aprender de él a su rueda. Bartholemy, director de la estructura Marc VDS, gestiona Moto2 y MotoGP. En el escalón intermedio, el jefe de filas es Álex Márquez, dispuesto a mejorar el año de su estreno junto al italiano Morbidelli, para el que es un reto la competencia con el hermano de Marc. Tito Rabat ha encontrado en el Estrella Galicia el proyecto sólido para ascender a la categoría reina: «Estaría bien acabar entre los diez primeros al principio y luego ya veremos», decía el catalán, que tendrá al lado a Jack Miller, un australiano que el curso pasado saltó directamente de Moto3 a la máxima categoría. Una dura competencia a la cabeza del equipo más extenso del Mundial y cargado de retos de lo más ambicioso. Ambos esperan aprovechar los cambios en el reglamento y la centralita única, que parece haber reducido las diferencias con las motos de fábrica. Estar delante parece más posible que nunca.
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