Barcelona
Lorenzo mira al «sacacorchos»
«El objetivo principal es no correr riesgos innecesarios, tanto en Alemania con en Laguna Seca. Lo importante es que no se vuelva a caer», aseguraban desde el equipo de Lorenzo camino de Sachsenring. Menos de 24 horas después, en el comienzo del segundo entrenamiento libre, la historia de Assen se repetía para el campeón, que volvía al punto de partida. Su Yamaha le escupió, otra vez, por encima del manillar y golpeó contra el asfalto con el hombro izquierdo. La placa de titanio se dobló y se acabó para él el Gran Premio de Alemania.
Jorge había desafiado a la ciencia y acortado los tiempos para correr recién operado y había trabajado los últimos doce días ocho horas cada jornada. Pero la ley no escrita del motociclismo pasó factura a su osadía. «Volveré lo antes que pueda», explicaba el mallorquín en el comunicado de prensa. El nuevo plan era regresar a Barcelona y pasar hoy por el quirófano para enderezar la placa. Los tornillos seguían en su sitio, pero esta vez no habrá heroicidad. «Su salud es lo primero», decían los responsables deportivos de Yamaha, así que no estará en Sachsenring este fin de semana. El próximo, la cita es en Laguna Seca y, aunque a estas alturas no es seguro, intentará deslizarse por el famoso «sacacorchos» y no perder más terreno en la lucha por el título de MotoGP.
Según los doctores, su hueso necesitaba unas seis semanas para estar soldado del todo, así que el golpe de ayer pudo ser peor, sólo catorce días después de la operación de madrugada en Barcelona. La caída volvió a ser fea y dura, cuando había dominado los tiempos hasta ese momento en un circuito en el que Pedrosa ha ganado los tres últimos cursos. Tras el contratiempo de Assen, el Mundial volvía a ponerse muy de cara para él, a sólo nueve puntos del líder y buen ritmo para la carrera. Una carrera que no disputará y en la que Dani puede dispararse en la clasificación con otro triunfo en su circuito.
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