Marc empieza a recordar

En el mismo lugar en el que el año pasado Márquez cerró un arranque histórico de diez victorias consecutivas, consiguió enlazar ayer dos seguidas por primera vez en este curso. Marc empieza a reconocerse ante el espejo, aunque insiste en desanimar a los que le ven capaz de ganar todo lo que queda hasta el final. «No estamos en condiciones de hacerlo. Vamos a tener que esforzarnos mucho para estar al nivel de Yamaha, sobre todo en algunos circuitos», recuerda. Lo que sí reconoce es que su plan es ir carrera a carrera, porque el «Mundial no está en sus manos».

En Indianápolis alargó la dictadura en la que ha convertido las pruebas en EE UU, donde ha ganado las últimas nueve que ha disputado en Moto2 y MotoGP. Su ritmo del sábado presagiaba una exhibición de superioridad del vigente campeón, pero no fue tan así por culpa de Lorenzo. Jorge siguió el único guión que le gusta y le funciona: dominar de principio a fin. Consiguió ser más rápido que en los entrenamientos y complicarle a Marc la misión de seguir su rueda. Enseguida el debate quedó reducido a ellos dos en cuanto a la victoria, aunque el desenlace se retrasó hasta las tres últimas vueltas. En ese momento decidió Marc levantar la única carta que tenía boca abajo sobre la mesa y que era la ganadora. Le pasó sin alardes y se fue hacia la bandera de cuadros con menos ruido que en otras ocasiones. Admitió Marc que la solidez de su rival le hizo cambiar de estrategia, mientras que las caídas de este año también le invitaban a ser más conservador y arriesgar lo justo. «No tengo la comodidad de la temporada pasada con la moto, he salvado varios momentos complicados, lo que significa que iba al límite», explicaba ya nueve puntos más cerca de Rossi en la clasificación general.

Sigue a 56 puntos, muy lejos, por lo que todavía hay dos luchas dentro del mismo Mundial. Una es la de Márquez en busca de una remontada que superaría todas las hazañas que ha conseguido hasta ahora, y otra es la de las dos Yamaha por el liderato. Rossi se ha sentido inferior a su compañero de marca durante todo el fin de semana, pero salvó la situación minimizando «daños». Luchó y ganó el pulso con Pedrosa por el último cajón del podio y los cuatro puntos perdidos le permiten ver el resultado como positivo. «Él ha merecido terminar delante, pero nos ha recortado lo mínimo», explicaba Valentino, empeñado en ganar en 2015 su décimo título mundial. Una vez más, su posición en parrilla no significó nada, porque rápidamente se colocó cuarto. Algo más le costó superar a Dani, empeñado en relanzar su temporada y, de paso, ayudar a Marc a limar su desventaja. Estuvo cerca de conseguirlo, pero en la última vuelta se impuso la competitividad de Valentino.

Por delante, Lorenzo tiraba y tiraba machacando los tiempos, obligando a Márquez a hacer lo mismo. Las fuerzas y la parte derecha de sus neumáticos fallaron al final a Jorge, que apretó un poquito más la lucha por un campeonato al que Marc se quiere apuntar con otra racha histórica. Lleva dos triunfos seguidos, quedan 8 ¿Será capaz?