Kroos, el número uno

Muchas veces las estadísticas no se corresponden con las sensaciones o con la realidad que sucede en el terreno de juego, pero en el caso de Tony Kroos los números dicen exactamente lo mismo que se puede ver sobre el césped. Tras los dos partidos de semifinales, el centrocampista se ha colocado en lo más alto de la lista que la FIFA elabora atendiendo a un índice numérico, resultado de analizar el rendimiento de los futbolistas en los distintos apartados. Un 9, 79 es el resultado que la máquina asigna al todavía futbolista del Bayern y uno de los que más brilló en el histórico triunfo ante Brasil. Hizo dos goles y disfrutó en esa posición adelantada en el centro del campo que le viene perfecta a sus condiciones. Corrió casi 26 kilómetros aquel día y estuvo perfecto tanto en la recuperación del balón como en la construcción del juego.

Esta polivalencia en la parte central del campo es la que dispara su labor y la que le ha convertido en una de las estrellas de esta Alemania que apunta a campeona. Para muchos está más cómodo en la mediapunta, aunque también forma parte del doble pivote defensivo sin que le salgan los colores. Además, tiene un cañón con el que se convierte en una amenaza chutando desde fuera del área y dentro del área también es capaz de ver puerta con bastante facilidad.

Por todo eso el Real Madrid está a punto de hacer oficial su contratación y de pagar poco más de 20 millones por comprarlo un año antes de que termine su contrato en Múnich. Trabaja tanto como se exige a los centrocampistas hoy en día, pero tiene calidad para ser el nuevo Xabi Alonso vestido de blanco. Es el tercer futbolista con más pases intentados (519) y completados (443), sólo por detrás de Mascherano y Lahm, que juegan más atrás y arriesgan menos. Ocupa el cuarto lugar en distancia recorrida (68,3 kilómetros), confirmando que la falta de sudor no será un problema cuando se ponga a las órdenes de Ancelotti. Y ser el tercero en distancia recorrida cuando su equipo tiene la pelota (28,2 kilómetros) confirma su dinamismo y capacidad para participar en el juego ofensivo de los suyos. Es perfecto para el juego de pase de los germanos y para la idea de Ancelotti de ganar intentando jugar lo mejor posible.

Es el prototipo de centrocampista moderno, del siglo XXI, que mezcla la contención con la creación e incluso el pase definitivo, aunque no sea su función principal. Con Guardiola esta temporada se las ha apañado para dar cuatro «asistencias», un número aceptable para un futbolista que parte lejos de la portería contraria, pero se acerca a ella sin complejos. El mejor futbolista para la FIFA hasta ahora en el Mundial, aunque le falta la final, el partido que decidirá a los triunfadores.