Neymar empieza fuerte

Se le hizo largo el partido a los brasileños. Encerrados en su área, esperaban con ansia que el árbitro pitara el final del partido mientras Julio César despejaba con apuros un disparo muy mal intencionado de Perisic desde fuera del área.

Se le hizo largo el partido a los brasileños. Encerrados en su área, esperaban con ansia que el árbitro pitara el final del partido mientras Julio César despejaba con apuros un disparo muy mal intencionado de Perisic desde fuera del área. Pero aun así, en la jugada siguiente, Oscar conseguía el tercero, el primero que no marcaba Neymar para Brasil. Fue una liberación, la seguridad de la victoria, un momento de tranquilidad después de un partido muy agitado. Los brasileños estuvieron a punto de pagar las excesivas precauciones de Scolari, que se atrevió a quitar a Neymar para sustituirlo por Ramires cuando creyó que el partido estaba ganado. Un técnico que procede de Río Grande do Sul, donde el fútbol brasileño parece menos brasileño que en ningún sitio. Su idea del juego se sostiene sobre el esfuerzo, sobre dos medio centros sólidos, y todos menos Neymar están obligados a trabajar. Incluso Oscar, al que entre Mourinho y Scolari han enseñado a lanzarse al suelo para recuperar balones sin perder la habilidad y la iniciativa para encarar a los defensas rivales.

El físico es fundamental para los brasileños y con eso les bastó para encerrar a Croacia en su campo durante gran parte de la primera parte. Ni siquiera Rakitic y Modric eran capaces en esos momentos de sacar la pelota jugada con claridad. Siempre había dos brasileños encima del jugador que tenía el balón y los pases de los croatas eran imprecisos. Incluso Neymar se atrevió a recuperar alguno. Parecía el jugador del Barcelona con ganas de hacerlo todo, de justificar su condición de ídolo nacional desde el principio. Aunque sus ganas, a veces, le llevaban a perder balones de manera inexplicable. Empezó con un gol desde fuera del área, un remate con la izquierda tan ajustado al poste que rebotó en él antes de entrar y terminó marcando un penalti que no era. El árbitro japonés confundió un resbalón de Fred con una falta dentro del área, pero Neymar no respetó las normas de la justicia poética. De nada sirvieron las protestas de los jugadores croatas ni el educado diálogo de su entrenador, Niko Kovac, con el cuarto árbitro. Tampoco sirvió de nada la estirada de Pletikosa. El portero croata rozó la pelota, igual que había hecho en el primer tanto. En el tercero, el de Oscar, se dejó caer con el peso de sus 35 años y sus 193 centímetros. Pletikosa ya había sufrido a los brasileños hace ocho años, en el Mundial de Alemania, cuando un gol de Kaká dio la victoria a Brasil. Ayer, el ex madridista hacía fotos desde la grada delante de Cafú mientras el guardameta croata seguía intentando detener sin éxito los ataques de los anfitriones.

Brasil sufrió, aunque sus futbolistas marcaron todos los goles del partido. El primero, de Marcelo en la portería de Julio César en los minutos en que el veterano Ivica Olic ejercía de Neymar. El croata centró desde la izquierda, desde la banda donde Dani Alves intentaba defender, Jelavic no acertó con el remate y el lateral madridista despejó hacia donde no debía. Eran momentos de despiste para los anfitriones, momentos de duda que terminaron pronto. Cuando Brasil empezaba a temer por el estreno de su Mundial. Pero apareció Neymar para devolver las cosas a su orden natural.

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-- Ficha técnica:

3 - Brasil: Julio César; Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Paulinho (Hernanes, m.62), Luiz Gustavo, Hulk (Bernard, m.68), Oscar, Neymar (Ramires, m.86) y Fred

1 - Croacia: Pletikosa; Srna, Corluka, Lovren, Vrsaljko; Rakitic, Modric; Perisic, Kovacic (Brozovic, m.60), Olic y Jelavic (Revic, m.77).

Goles:: 0-1, m.12: Marcelo en propia puerta. 1-1, m.29: Neymar; 2-1, m.69: Neymar, de penalti. 3-1, m.90: Oscar.

Árbitro:: Yuichi Nishimura (JAP). Mostró tarjeta amarilla a Neymar, de Brasil y a Vedran Corluka y Lovren, de Croacia.

Incidencias: partido inaugural del Campeonato del Mundo Brasil 2014 disputado en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo ante unos 62.103 espectadores.