Neymar, en la picota

El partido del brasileño en Liverpool despierta las críticas de Dugarry. El PSG, obligado a hacer una buena Champions.

La jugada de Mané le pilló a Neymar en el área del PSG, como defensa, una labor para la que no tiene excesivas cualidades. Mané le amagó hacia un lado con la cintura y hacia allí fue Neymar lanzado, burlado como suele hacer él cuando tiene la pelota. Pero Mané no tocó el balón, no fue hacia donde había amagado. Neymar se movió y dejó vía libre al jugador del Liverpool. No fue el mejor día del delantero brasileño, no se estrenó con buen pie en la competición en la que más se le exige. Que el PSG triunfe en su Liga entra dentro de la rutina. Se le fichó para jugar con Mbappé y hacer al conjunto francés uno de los favoritos para la Champions. La primera oportunidad, la temporada pasada, la desbarató el Real Madrid. La segunda, ésta, empezó con derrota. No está claro que vaya a haber más, al menos con la camiseta del Paris Saint Germain.

«El partido de Neymar ha sido inadmisible. Ha sido escandaloso. Incluso irrita a los ojos ver lo que ha hecho. Neymar se ha burlado del mundo», dijo después del encuentro el ex futbolista Dugarry. A esa crítica se unió el diario «Le Parisien»: «Se dejó ir, quedó atrapado en la defensa. Luego desapareció, hasta el destello que fue la asistencia a Mbappé». Más que una asistencia fue una jugada del brasileño, lo mejor que hizo durante el encuentro, pero al llegar al área, entre trompicones, se le escapa un poco la pelota y llega rápido Mbappé, que marcó.

Pero es cierto que Neymar no tuvo el peso que se esperaba durante el encuentro. El gran partido del grupo C llegó demasiado pronto, con pocos encuentros disputados esta temporada y puede que no valga para medir lo que van a hacer los dos equipos, ni sus jugadores, en el desarrollo de la Champions. Se supone que el Nápoles y el Estrella Roja tienen que ser invitados a la clasificación del subcampeón de Europa y el rico conjunto parisino. Ahora, la derrota en Inglaterra hace que el PSG no pueda permitirse otro pequeño error. El equipo de Klopp fue mejor, pero no supo administrar su ventaja de dos tantos. El PSG, que dio muestras de desconcierto y una preocupante vacío en el centro del campo, consiguió remontar con orgullo. Sin embargo, cuando el empate parecía un buen resultado, una jugada de Firmino en el área, buscándose el hueco para rematar, acabó con cualquier optimismo que pudiera haber en París con sus jugadores.

En el Madrid saben que el PSG fue, este verano, intransigente para quedarse con sus dos estrellas. Mbappé no estuvo en venta en ningún momento y Neymar, al final, tampoco. La opción del brasileño sí que se abre para la próxima temporada, pero hay que ver cómo se desarrolla ésta. Mbappé, campeón del mundo, puede que pida más cuota de importancia en el ataque francés y Tuchel tiene el gran reto de contener los egos y hacer jugar a un equipo demasiado inclinado hacia el ataque.

No está muy claro cuánta paciencia van a tener los dirigentes franceses si este año el recorrido en la Champions se corta antes de tiempo. Tampoco se sabe si Neymar va a seguir queriendo jugar en un equipo construido a base de talonario para pelear con los grandes de Europa y que después, hasta ahora, se cae antes de tiempo. O si Mbappé va a seguir esperando en un equipo que no compite. Se juega mucho el PSG esta temporada en Champions y no ha empezado bien.