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No hay más líder que Leo

La Razón
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Después de la tempestad ha llegado la calma al Barça. La autogestión ha llevado la paz al vestuario y los buenos resultados. Esa reunión, casi televisada y muy fotografiada, de los jugadores en casa de Gerard Piqué está funcionando a la perfección como hemos podido ver. La incomunicación Messi-Luis Enrique, lejos de perjudicar al vestuario, le ha beneficiado y potenciado. Leo es la cara de un líder feliz y con ganas de disfrutar del fútbol como hacía tiempo no le veíamos. Sus goles, su sonrisa y su actitud han dado un giro de 180 grados. Se nota y se palpa que es el dueño del vestuario y que ha ganado la batalla al hombre que se proclamó líder único e indiscutible.

w Autoridad capada

Un técnico, Luis Enrique, que dejó de hacer rotaciones y apostó por un once titular, justo hasta el partido facilón en Elche. La personalidad y la autoridad del entrenador están capadas y eso al menos se notó el sábado en una conferencia de prensa menos tensa. Todo hace indicar que nada va a cambiar ya hasta final de temporada. Los jugadores lo tienen claro y el «rendido», por el momento entrenador, también.

w Calma tensa

Pero los dos frentes que se han creado en el vestuario (técnico y jugadores, cada uno por su lado) saben que con esta forma tan singular de gestionar se pueden conseguir títulos. El Barça está en los tres frentes y lo que tiene más complicado es la Liga, sobre todo si el Madrid retoma su nivel de hace semanas y gana su partido aplazado con el Sevilla. Para la «Champions» y la Copa están también conjurados, conocedores de que con sus «cracks» enchufados pueden tener más vías de éxito. Ahora todo transcurre con tranquilidad en los despachos a la espera de las elecciones. Pero no nos engañemos... es una calma tensa.