Fútbol
El Sevilla vence al Betis (3-2) y reina en el derbi
Caparrós le gana la partida a Setién y consigue una victoria vital para que el conjunto de Nervión mire a Europa, una meta que se aleja para los verdiblancos
Caparrós le gana la partida a Setién y consigue una victoria vital para que el conjunto de Nervión mire a Europa, una meta que se aleja para los verdiblancos
Ganó el Sevilla. Diríase que casi de milagro, seguramente con un punto de fortuna ante un Betis que comenzó y terminó mejor el encuentro, pero que fue tributario de sus despistas, más que eso, de sus lagunas. O puede que el efecto Caparrós, del que tanto se hablaba en estos derbis a principios de siglo, siga vigente. La grada, desde luego, así lo creyó: al final del partido no aclamó a ninguno de sus goleadores, ni al fabuloso Ben Yedder ni al meritorio Vaclik. La grada, como un solo hombre, coreaba al viejo tahúr. Al hombre enfermo, enfermo de sevillismo, que una vez más se puso el chándal para hacer felices a los suyos.
A Joaquín Caparrós se le pueden reprochar muchas cosas, pero nadie podrá negarle que prepara los partidos con mimo. La primera parte del derbi resultó exactamente como la dibujó el técnico utrerano en la pizarra. Sólo se le escapó el detalle de la única ocasión bética en este periodo, un balón a la espalda de su defensa que quedó dividida entre Jesé y Vaclik. La carrera entre el orondo delantero y un portero que avanzaba a paso renco pareció por un momento un duelo paralímpico que ganó el canario quedándose solo ante la portería, únicamente guarecida por Navas, que no sólo impidió que su tirito entrase, es que sacó la pelota jugada. El plan del Sevilla, nítido, consistía en dejar tocar al Betis y tenderle emboscadas de cuando en cuando, como la que terminó con un robo de Roque Mesa a Carvalho y proporcionó a los locales su primera ocasión, dilapidada por un disparo mordido de Banega. En la siguiente trampa, cantó bingo Munir. Vázquez robó a Mandi, invirtió hasta la banda contrario, desde donde Sarabia centró al segundo palo para que Munir cabecease a placer. La desventaja noqueó a los béticos durante unos minutos, en los que tuvieron suerte de no dejar ir definitivamente el partido. Bueno, no suerte, sino la mediación providencial de Pau López,que metió un manotazo espectacular para impedir que la picadita de Ben Yedder entrase.
Al minuto de la reanudación, Lo Celso avisó con un tiro sin ángulo que repelió Vaclik, muy firme para ganarle a Jesé un mano a mano que le había regalado un mal despeje de Carriço. Se mascaba el empate y lo clavó Lo Celso con un zurdazo quirúrgico a centro de Júnior que dejó pasar con clase Jesé. Estaba cómodo el Betis, demasiado, y Canales se relajó en un balón que le robó Ben Yedder. No es rápido el francés, aunque se las apañó para llegar con ventaja a la línea de fondo y ponerle una ofrenda a Sarabia, siempre puntual a su cita con el gol. Esta vez sí aprovechó el Sevilla los momentos en los que su rival acusó el golpe para marcar distancias enseguida con un misil del Mudo Vázquez que reventó la red. Tello, con un libre directo espectacular, acercó al Betis y castigó la actitud contemplativa de un Sevilla que creía tener el triunfo en latalega. Quedaban diez minutos largos, alargue incluido, pero lossevillistas se sintieron cómodos con el manual del otro fútbol yamarraron un triunfo vital para la pelea por estar la próxima temporada en competición europea.
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