Tenis
Pablo Carreño: «Es imposible no mejorar si trabajas con Nadal»
Es el número 11 del mundo y en Barcelona estrenará su temporada de tierra batida
Es el número 11 del mundo y en Barcelona estrenará su temporada de tierra batida.
El número 11 del mundo y embajador del Peugeot Tennis Team, Pablo Carreño Busta (12-7-1991, Gijón), regresa a las pistas en el Barcelona Open Banc Sabadell. Cuarta ronda en el Abierto de Australia, octavos en Indian Wells, semifinalista en Miami y un par de lesiones leves resumen su 2018. El asturiano abre la gira europea de tierra batida en su club de toda la vida.
–¿Cómo está después de los problemas físicos que le impidieron jugar la Davis –dedo pulgar– y le hicieron ser baja en Montecarlo –lumbalgia–?
–Parece que recuperado. Empecé a tocar la raqueta el viernes y las sensaciones son buenas. Obviamente no voy a llegar en las condiciones que me gustaría en cuanto a ritmo y número de partidos en tierra batida, pero lo importante será no resentirme de nada y poder ir cogiendo ritmo para el resto de torneos.
–No hay jugador que no escape de los problemas físicos durante la temporada, ¿qué debería hacer la ATP para que cese esta plaga?
–Es muy complicado de analizar. La temporada es muy larga, hay muchos partidos y cada vez son más exigentes. Hay muchos factores porque los jugadores tratamos siempre de estar al máximo nivel, pero... Por suerte las últimas lesiones que he tenido han sido poca cosa y en una semana estoy recuperado, así que dentro de lo malo...
–¿En qué se parece el Pablo Carreño que va a jugar el torneo en su club de siempre con el que llegó con 15 años a Barcelona?
–En el nombre y poco más. He cambiado muchísimo tanto personal como profesionalmente. Soy bastante diferente. He crecido mucho como jugador y mi nivel de tenis actual es muy alto. Llevo 12 años en este club y el torneo no es fácil de llevar porque está todo el mundo, la familia, los amigos, pero eso lo hace especial. Ojalá me pudiera zambullir con todos los voluntarios el domingo en la piscina, pero de momento voy a pensar en el primer partido –ante el francés Paire– porque este año hay mucho jugador muy bueno en el torneo.
–¿En qué ha evolucionado desde que alcanzó el «top 10» la pasada temporada?
–Tengo más experiencia y hay momentos en los partidos que sé leer mejor que antes, sé afrontar algunas situaciones con más facilidad. En la pista intento ser más agresivo y trato de saber llevar la presión en los momentos más importantes porque eso es la diferencia entre los jugadores muy buenos y los que son aún mejores. Ser el número 11 del mundo tiene mucho mérito, pero todavía tengo margen de mejora para mirar más adelante. Por trabajo y por ganas no va a quedar y poco a poco llegarán los resultados. El objetivo este año debe ser mantener el ranking porque hubo gente importante que el año pasado lo terminó lesionada y que volverán a su mejor nivel. Así que para seguir ahí voy a tener que jugar mejor todavía.
–¿Cómo valora que cuando usted tenía 14 años Nadal ya estaba ganando en Montecarlo y el domingo levantase su undécimo título?
–Nadal es un animal, una bestia. Hay años que dices que es imposible que los supere y él lo sigue haciendo. No sé lo que hará este año, pero no me extrañaría que el que viene lo volviera a superar. Es un animal.
–Ferrer dijo después de la Davis que Rafa ya estaba para ganar Roland Garros...
–Es que en la Davis nos quedamos todos alucinados con el nivel que Rafa estaba dando tan rápido. Tenía un nivel de intensidad en los entrenamientos bestial, era tan alto que es imposible no mejorar si trabajas con él. La temporada de tierra es muy larga y ahora se trata de que mantenga ese nivel.
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