España toca la gloria con doblete en el Mundial de Menores

Doblete nacional en el Mundial de Menores de Castellón. La selección española, tanto en chicas como en chicos demostró su supremacía entre los más pequeños y se llevó las dos finales ante la otra gran favorita, Argentina.

Los equipos de José Luis Gutiérrez ‘’Guti’’, ofrecieron un buen recital de pádel en todos sus partidos, cediendo únicamente uno en chicos, el que otrogó a Argentina su único punto por la derrota de Eneko Arija y José Manuel Ortiz.

En chicas Sub-18, Bea González y Beatriz Caldera sacaron su partido adelante ante Macarena Prieto y Elena Forasteiro con un amplio marcador de 6-1 y 6-0, mientras que en Sub-16, Lorena Rufo y Sofía Saiz se impusieron con un doble 6-1 frente a Daiara Agustina Valenzuela y Martina Rinaudo.

El tercer y definitivo punto llegó de la mano de Noemí Aguilar y Anna Ortiz frente a Guillermina Barros y Alma Córdoba (6-0 y 6-2) en la categoría Sub-14.

Pasando al lado de los chicos, citar que la victoria fue algo más ajustada, ya que cedimos el primer enfrentamiento ante los argentinos, toda vez José Manuel Ortiz y Eneko Arija caían derrotados; empataron la eliminatoria Leal y Gama (6-4 y 6-3) y la puntilla definitiva vino en el Sub-18 con el triunfo de Álex Arroyo y Miguel Yanguas (6-2 y 6-1).

Sin embargo, la cosecha de triunfos no se quedó ahí, ya que en la parte Open por parejas también España consiguió importantes réditos. En concreto, Bea González y Bea Caldera se proclamaban campeonas del mundo Sub-18 tras vencer en la final a la dupla formada por Eugenia Guimet y Marta Quevedo con un marcador de 6-3 y 6-2.

Y en los chicos también hubo final española, ya que se veían las caras Íker del Valle y Enrique Goenaga frente a Eduardo Alonso Chillarón y Álex Arroyo y el partido desde luego que colmó las expectativas.

Tres sets muy bonitos de ver que finalizaron con el punto que otorgaba el título a los dos últimos con un marcador muy ajustado (6-2, 4-6 y 6-7).

Una vez terminado el Mundial, con las luces apagadas pero con la emoción aún desbordando, es el momento de felicitar a todos y cada uno de los participantes, de las Federaciones y los países, que han vuelto a demostrar que si se apoya el pádel a pequeña escala, el deporte crece, que todos los participantes tienen una enorme calidad y que lo dejan todo con la ilusión siempre por bandera.

Un Mundial que ha vuelto a demostrar que lo deportivo se impone a las peleas de despachos y a los papeleos y que lo que hay que hacer es centrarse en lo que ocurre en la pista. Bravo por esas marcas que apoyan a los jugadores de cantera y a toda la organización, hoteles, instalaciones y clubes que han dado lo mejor de sí para que este torneo demuestre una vez más su importancia. Y, por supuesto, enhorabuena a los campeones.