La cita lisboeta arrancó su cuadro final con los favoritos exprimiéndose en la pista

Con máxima emoción se puso a rodar la bola en las pistas portuguesas para dar inicio a la fase de dieciseisavos del Lisboa Challenger, con varios de los cabezas de serie mostrando sus ganas de llevarse el trofeo y, por ende, dejando su mejor pádel en la pista desde el inicio.

Doce duelos igualados, algunos de los cuales se fueron a los tres sets, ya que los procedentes de la ronda previa no quisieron abandonar tan pronto, y lucharon con todo lo que tenían a pesar del lógico desgaste que traían en las piernas.

Maty Marina y Willy Lahoz fueron de los que solventaron su choque con tranquilidad (6-2 y 6-4), y superaron a Raúl Díaz y Raúl Marcos, demostrando que, aunque son una pareja de nuevo cuño, se han aclimatado muy bien el uno al otro. Por su parte, Borja Yribarren y Guga Vázquez se calcaron los sets (6-4 y 6-4) y dejaron a Javi Escalante y Toni Bueno sin poder seguir optando al título.

Matías Nicoletti y Salva Oria no pudieron dejarse nada en el tintero, ya que Juan Manuel Restivo como José Dasi les exprimieron con un ritmo frenético y con un duelo revolucionado desde los primeros compases, tie break incluido en el primer set, pero al final consiguieron sacarlo adelante (7-6, 4-6 y 7-5). Víctor Ruiz y Gonzalo Rubio se impusieron en uno d elos duelos que más focos acaparó, pues supuso una nueva puesta en escena de Martín Di Nenno junto a Lucas Campagnolo; en esta ocasión, el argentino y el brasileño, a pesar de que ofrecieron excelentes argumentos para llevarse la victoria, no pudieron terminar de contrarrestar el juego de Rubio y Ruiz (4-6, 6-4 y 6-1).

José Antonio Gª Diestro y Martín Sánchez Piñeiro, dupla que siempre da espectáculo en sus partidos, fue muy superior a sus oponentes, José Carlos Gaspar y Momo González (6-0 y 6-3). Diestro y Piñeiro, a pesar de ser también muy jóvenes, demostraron una mayor templanza que sus rivales, y eso les valió un plus desde el saque inicial. Por otro lado, Diego Gil y Miguel Bautista dejaron fuera a los hermanos Romero Rodríguez, Javier y Eduardo, en dos ajustados parciales (5-7 y 6-7).

Peter Alonso-Martínez no pudo tener mejor estreno para su casamiento y, junto a Javier Ruiz, se llevaron el choque por 3-6 y 4-6 frente a Denis Tomás y Cutu Pérez Millán; por contra, más complicado se les puso a Uri Botello y Fernando Poggi, necesitados de tres sets para apuntarse el partido en su casillero ante Andrés Britos y Ernesto Moreno (6-4, 3-6 y 2-6).

Comodidad en sus partidos también para Christian Fuster y Chico Gomes (6-4 y 6-3) ante Vasco Pascoal y Miguel Oliveira, y para Diogo Rocha y Antonio Luque, que en su caso superaron a Sanyito Gutiérrez y Aris Patiniotis (6-3 y 6-4), en otro duelo muy seguido por los aficionados desplazados hasta el Club VII.

Por su parte, Rubén Rivera y Gerard Company iniciaron muy bien su duelo pero en el segundo parcial, sus oponentes, Javier Valdés y Rafa Méndez, subieron varios peldaños la intensidad y, para resolverlo, tuvieron que irse al tie break (3-6 y 6-7). También sufrieron, y de lo lindo, Germán Tamame y Nacho Gadea, pues Antonio Fernández Cano y Eduard Bainad no son de los que se dan por vencido fácilmente, y más cuando consiguen empatar un duelo que se les había puesto cuesta arriba; sin embargo, al final, no pudieron rematar la faena y dejaron la victoria en bandeja para Tamame y Gadea (2-6, 6-3 y 2-6).

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