Pádel
Triunfo imperial de la ‘’bestia’’ Silingo y Allemandi ante los nº1
Su temporada ya era de notable alto pero con esta victoria han subido al sobresaliente. Agustín Gómez Silingo y ‘Tito’ Allemandi han hecho otra muesca en su cinturón y en el tan igualado circuito 2019 y más en concreto en el torneo de Córdoba, han reventado la banca, eliminando en cuartos de final a los números 1.
Un triunfo basado en la épica, pero también en el trabajo y en el que, sin duda hasta la fecha, es su mejor partido, con absoluta seriedad, sangre fría, mano firme y acierto excelso.
Los que lo sufrían no eran otros sino Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez, quienes parecían llegar con fuerzas renovadas tras la cita de Menorca, pero se estamparon con un muro muy firme: Adrián Allemandi. El de Nequén ofreció una versión de aguante absoluto, sin paliativos, sin bajar un solo ápice la intensidad, sosteniendo el choque y viéndose muy bien acompañado por un Silingo que ponía la potencia y el juego aéreo ante un Maxi y un Sanyo que sufrieron demasiados quiebres en su servicio.
Un comienzo muy rápido de Agus y ‘Tito’ les ponían con cómoda ventaja (3-1) que a pesar de perder acto seguido con un contrabreak, volvieron a conseguir en los compases finales con otro break a su favor y la consecución dle primer set. En el segundo, más amplitud todavía, encontrando siempre el espacio a la par que sus rivales se topaban con la red, el cristal o sus palas y les costaba un mundo hacer puntos. Los de Rodri Ovide galopaban sin estribos directos a por el billete a semis y con muy pocos errores no forzados y concediendo solo dos juegos (6-4 y 6-2), se abrazaban con el triunfo en la mano, abriendo aún más la pelea por el número 1.
Un partido que tuvo mucha miga y pelea fue el de Matías Díaz y Franco Stupaczuk ante Ale Galán y Pablo Lima. Remontada de los primeros en un choque también impresionante que levantó al público de sus asientos. Volvía Stupa (aparentemente no recuperado del todo y falto de mostrar sus habituales remates en suspensión) y con él, el ‘Warrior’ le daba la vuelta a un partido que no empezó muy bien pero que terminó poniéndose cuesta abajo a su favor.
Cedían, como decimos, el primer envite de manera amplia ya que nada más comenzarlo se vieron 5-1 abajo y aunque cogieron algo de aire, no fue suficiente ante el hambre del brasileño Lima, muy enchufado (3-6). El comienzo del segundo fue igual, con break tempranero del español y el brasileño que, sin embargo, no iban a poder continuar con su producción y, ligeramente frenados, cedían la iniciativa a la otra pareja, venida cada vez a más e impulsada punto a punto hasta la consecución del set (6-3).
En el tercero, Mati y Franco se notaron mucho mejor y siguieron poniendo en aprietos a un Galán y a un Lima que no pudieron sorprenderles ya y que, irremediablemente y con el paso de los minutos, veían cómo se les escapaban y terminaban por hincar la rodilla, dando la victoria a Díaz y a Stupa (3-6, 6-3 y 6-3).
Paquito Navarro y Juan Lebrón fueron un vendaval andaluz en su tierra, imponiéndose con solvencia y contundencia a Juan Tello y Fede Chingotto en el partido más plácido de la jornada, sin lugar a dudas. Se les vio cómodos, con cambios constantes de lado, y sabiendo explotar las virtudes de cada uno, mientras que Tello y Chingotto, aunque estuvieron muy finos en el comienzo de cada set, se fueron diluyendo y no mostraron la versión a la que nos tienen acostumbrados (6-3 y 6-2).
Por último, cerró la jornada el choque de colosos entre Fernando Belasteguín y Agustín Tapia ante Javi Ruiz y Uri Botello. Un partido de esos de gol en el último minuto, de los que se decide por puntos, de los de triple sobre la bocina. Y es que la igualdad fue tal que, por ejemplo, el primer parcial se decidió solo al final, cuando un break de Bela y Tapia fue la lleve que abrió el candado de la caja fuerte, hasta entonces cerrado y condenado al tie break.
En el segundo, empezaron mejor los argentinos, pero los españoles pudieron darle la vuelta y empatar cuando parecía todo perdido y en la parte en la que los partidos se deciden por ese juego mental que no se ve, esa tranquilidad en la toma de decisiones que da la experiencia, apareció Bela, el mejor en esto. El de Pehuajó surgió como un cometa en el tie break que ahora sí se disputó, y fue capaz de mandar en el mismo, algo que no es fácil, consiguiendo así la victoria (7-5 y 7-6), logrando la revancha del torneo de Cascais y, además, metiéndose en semifinales.
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