Pau: «Nos faltó preparación mental»

La afición de Madrid fue al Palacio de los Deportes dispuesta a dejarse la garganta y se fue sin palabras, aplaudiendo a Pau Gasol y pidiendo tímidamente la dimisión del seleccionador.

«Nos han pasado por encima, no hemos preparado bien el partido, o ellos lo prepararon mejor. Todo el mundo pensaba que ya estábamos en la final y mira...», decía Juan Carlos Navarro, el gran capitán, buscando explicaciones a un batacazo de dimensiones históricas. Todo estaba preparado para una final ante Estados Unidos y nadie pensaba que otra opción pudiera hacerse realidad. Pero España ni siquiera va a luchar por las medallas en el torneo en la que es anfitriona. Ante Francia salió asustada y, en opinión del propio Pau, descentrada: «Nos faltó concentración, intensidad y chispa. La diferencia en el rebote ha sido tremenda, faltó preparación mental en cada uno de nosotros. No creo que fuera un problema de táctica, no fue nuestra noche y es una lástima», dijo el mejor jugador de la historia de España, que se marchó entre aplausos y con la gente puesta en pie. No era momento de reprochar nada a Pau, ni a sus compañeros, que estaban tan atónitos como las otras 13.000 almas que había en el edificio.

«Nunca estuvimos en el partido, ahora nos toca recapacitar y pensar en todo lo que hemos hecho mal. Es el golpe más duro en los seis años que llevo aquí», decía el «Chacho» Rodríguez, cuya magia tampoco pudo cambiar el signo de un encuentro que ya está en el libro negro del baloncesto nacional. Un repaso físico, táctico y baloncestístico para acabar con la ilusión de una victoria por encima de Estados Unidos el próximo domingo.

En el Barclaycard Center no hubo gestos de crítica a los jugadores, pero sí a Orenga, el hombre más buscado anoche. El Mundial de baloncesto acabó tan mal como el de fútbol para España. Casillas, que se acercó junto a Ramos a presenciar el choque, pidió comprensión y ánimo para la selección. A su lado, el rojiblanco Griezmann disfrutó del triunfo de sus compatriotas franceses junto a Moyá, Koke, Juanfran y Mario. Pensaron que era una buena forma de desconectar antes del derbi del sábado, pero todo acabó en tragedia. «Fuimos peores en toda las facetas, no salió nada bien, nada», insistía Navarro, una de las caras de la generación dorada del baloncesto, que ayer no pudo brillar.