Pau y España, el oro como destino

La Selección disputa ante Lituania su quinta final del Eurobasket en 13 años. Scariolo fija el «nivel de concentración máximo» como clave.

España disputa hoy su novena final de un Eurobasket, la quinta en los últimos 13 años. Sólo dos países que ya no existen, la Unión Soviética y Yugoslavia, ofrecieron en algún momento una fiabilidad similar. El último obstáculo para el tercer oro europeo es Lituania. Nadie esperaba a los bálticos a estas alturas; tampoco muchos veían a España volviendo a luchar por lo más alto. Conseguido el pase para los Juegos, Scariolo y Pau Gasol desgranan las claves de una final en la que la Roja vuelve a ser favorita.

«Fortaleza mental»

España se ha acostumbrado a jugar a la ruleta rusa y a salir ilesa. En la primera fase y en todos los cruces, en mayor o menor forma, ha estado al borde del abismo. Por eso Scariolo asegura que quizá no estén las selecciones más talentosas en la final –para él lo eran Francia y Serbia– pero sí las que dan «un margen para la fuerza mental, para la fuerza de equipo, para la fuerza táctica y para otros factores que pueden sobreponerse a la pura calidad». El seleccionador presume antes del partido definitivo de «haber sabido transmitir el esfuerzo, el espíritu de equipo, la seriedad en el trabajo, la dedicación y la pasión con la que se ha trabajado desde el primer día. Los jugadores, y así se lo he dicho, se han merecido estar en esta final por cómo han trabajado, no sólo por cómo han jugado». Y, a pesar de las bajas, destaca varias virtudes que no había encontrado en su España en anteriores campeonatos: «La cohesión, la disciplina y la interpretación de los roles». Casi todo lo que faltó el año pasado y que en el Eurobasket se ha mostrado como nunca antes.

Defensa

Pau es el mejor taponador del campeonato y su trabajo atrás ha sido muy superior al de anteriores campeonatos. «Debemos seguir en la línea en la que estamos defendiendo y con la agresividad que lo hemos hecho en estos últimos partidos y luego en ataque, moviendo el balón, jugando fluido y dejando que la pelota determine de dónde van a llegar los tiros. Si hacemos eso sin ansiedad ni exceso de tensión, creo que podemos hacerlo bien», revela el líder de la Selección,

Un rival consistente

Lituania tiene muy poco que ver con la Selección que se impuso a España en la final del Eurobasket de Suecia 2003. De aquel partido sólo sobreviven dos jugadores y ambos están a las órdenes de Scariolo: Reyes y Gasol. Los bálticos han cambiado un bloque en con varias estrellas –Jasikevicius, Macijauskas, Siskauskas...– por la fuerza del grupo. «Lituania tiene una dureza y solidez impresionantes, también cuentan con talento y han ganado los partidos decisivos con gran frialdad. Se han impuesto a equipos que nos han ganado y es digna de elogio porque trabajan mucho», dice Pau en referencia a las victorias ante Italia en cuartos y Serbia en semifinales. «Son expertos, duros, sólidos, consistentes, fuertes atrás y hay que ser muy inteligente para saber cómo jugarles», comenta el seleccionador.

Kalnietis

Su baloncesto pasa por las manos de Kalnietis. El base es la piedra angular del equipo. «Juegan muchas posesiones con el bloqueo y continuación de Kalnietis, en su campo abierto es muy importante y sabe meter triples, aunque no sea un verdadero especialista», dice Scariolo. Pero hay más. «Maciulis está en un momento de forma espectacular; Kuzminskas jugó un partidazo contra Serbia;. Valenciunas es un pívot titular de un equipo NBA; Jantunas y Javtokas complementan el equipo con Seibutis. Es un equipo muy sólido, un bloque muy conjuntado», advierte el italiano.

El estado físico

Sólo la espalda de Rudy sigue siendo motivo de preocupación. Gasol, como demostró ante Francia, ha olvidado sus problemas musculares y el resto tiene las marcas de más de dos semanas de torneo, pero nadie preocupa. «Pienso en el grandísimo esfuerzo que han hecho jugadores como Sergi Llull y Felipe Reyes para dar dureza y solidez defensiva a nuestro equipo, algo que poco se alaba y que cuesta ojos morados como el de Llull», comenta Scariolo. Y luego presume de equipo: «El brillo de Pau es consecuencia del trabajo de sus compañeros».