Boxeo
Poli Díaz vuelve a ponerse los guantes, ahora para enseñar
El ex campeón de Europa Poli Díaz ha vuelto a ponerse los guantes de boxeo, si bien no para volver a los cuadriláteros sino para enseñar en diversos cursos que imparte, como el de hoy en Zalla a una veintena de jóvenes del Zalla Kick Boxing Team, que han disfrutado con la presencia de una de las últimas estrellas del deporte de las doce cuerdas.
"En lo mío, que es lo que me gusta"y "contento, como hay que estar", según ha comentado a EFE, 'El Potro de Vallecas' se ha pasado prácticamente toda la mañana imbuido en un mundo que resume lo mejor de su experiencia vital y le aparta de otros recuerdos mucho menos gratos vividos una vez retirado.
Con 46 años, acompañado de su mujer Eva y de amigos que le arropan, como Ramón, que le propone suculentas expediciones gastronómicas, Poli ha ofrecido cursos en varias localidades vizcaínas. Entre ellas, Durango, Miraballes o la capital, Bilbao, donde se congratula de que le "tratan muy bien". También ha impartido clases en Torrelavega y Valladolid.
De todos modos, en Vizcaya, un territorio que le "gusta mucho", porque le recuerda "una etapa de juventud"en la vivió "en Usansolo"y donde tiene "familia en Galdácano". "Que en vasco se dice Galdakao", ha comentado con un buen humor a prueba de bombas y agradecido al trato que recibe.
En ese sentido, ha desvelado que le regalaron "una camiseta"del Athletic Club, que tiene "guardada con mucho cariño". No obstante, aunque reconoce que "el fútbol, la verdad", no le gusta mucho, sigue siendo "del Rayo (Vallecano), porque es el equipo del barrio".
Poli lo que tiene claro del País Vasco es que "se come muy bien". "El otro día estuvimos en (el Santuario) Arrate -en Guipúcoa-, donde ya solo con respirar el aire te alimentas y te cambia hasta el color de la piel. Me metí tres platos. El último era rabo de toro y me dije '¿pero dónde me meto esto?', pues me lo metí", ha comentado, entre risas y encantado con la comida vasca.
En cuanto a los seminarios que está dando, ha comentado que "los chavales intentan aprender"y que "hay alguno bueno"como uno con el que ha entrenado hoy "que tiene una derecha que como enganche a uno le arranca la cabeza y le abre un panteón".
Con la alegría en el cuerpo de estar en lo que le "gusta"y acompañado de personas que le quieren, Poli ha vuelto con los chavales a explicarles los golpes que le llevaron al éxito en una época de su vida que considera le debería abrir "más oportunidades"de las que recibe desde que se retiró.
No en vano llegó a ser campeón de Europa de peso ligero, un título que defendió con éxito hasta en siete ocasiones, y a disputar un campeonato del mundo en 1991, combate que perdió frente a una de figuras mundiales de la época: el estadounidense Pernell Whitaker.
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