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Punto y final a la era Mourinho

Florentino Pérez, durante la rueda de prensa ofrecida hoy
Florentino Pérez, durante la rueda de prensa ofrecida hoylarazon

El presidente del Real Madrid anunció hoy la salida el próximo 1 de junio del entrenador portugués Jose Mourinho, así como la convocatoria de elecciones a la presidencia del club el 16 de junio.

En menos de un minuto, Mourinho se convirtió en pasado en el Real Madrid. Lo que tardó el presidente Florentino Pérez en completar su primera frase: «Tras las conversaciones con Mourinho hemos llegado al acuerdo de terminar la relación al término de esta temporada. Éste el momento adecuado. Quiero agradecerle el trabajo realizado durante estos tres años, en los que hemos dado un importante salto deportivo y competitivo». El entrenador portugués y el máximo mandatario blanco habían estado hablando durante una hora en las oficinas del estadio. La conversación de despedida. Después, el presidente bajó para anunciar a los medios que Mourinho no estará la temporada que viene: que fue bonito, pero se acabó. «Es un día triste, pero queremos desearle lo mejor. Esta casa lo recordará y forma parte de nuestra historia».

Han sido tres años intensos, en los que el Madrid ha vivido una pequeña revolución y ha dado un salto deportivo y competitivo. En un minuto, todo eso quedó atrás: en un minuto empezó el futuro: «Con el próximo entrenador se abrirá una nueva etapa, en la que nos ayudará a seguir mejorando. Tenemos gran estabilidad institucional y económica. Esto nos hará no perder nuestra identidad, estamos en el nivel deportivo que nunca debimos perder y habíamos perdido No se puede hablar de fracaso, no creemos que sea esto lo que ha ocurrido».

Florentino Pérez habló con voz calmada, pese al revuelo que se había armado durante toda la tarde al anunciar su comparecencia. En el palco del Bernabéu, junto a su junta directiva, no cabía nadie más en el palco del Santiago Bernabéu. Así son los adioses en el Madrid: «Mourinho, a nivel personal, cree que es mejor dejar el club y pensamos que es una decisión acertada para empezar un nuevo proyecto». Quedan como amigos: «Nadie ha destituido a nadie, es de mutuo acuerdo. Nunca es agradable irse, pero es verdad que tras tres años hemos coincidido en que era el momento para romper esta relación y agradecerle el trabajo».

Son tres temporadas en las que el Madrid ha ganado una Liga, una Copa y una Supercopa y ha llegado tres veces a las semifinales de la Liga de Campeones: en una ganó el Barcelona tras una controvertida expulsión de Pepe, contra el Bayern se perdió en los penaltis y contra el Borussia, el Madrid se quedó a un gol. «Nos ha faltado un poquito más», continúo Florentino Pérez, quien reconoció que el balance final de Mourinho en el banquillo es bueno: «A nuestro modo de ver, hemos dado un salto cualitativo. El Madrid está en el lugar que le corresponde, tras pasar seis años sin estar donde nos correspondía. Antes éramos eliminados en octavos de final y dejamos de ser cabezas de serie. Puedo decir que el balance de Mourinho es positivo».

Pero también reconoció que este año se ha quedado corto: «Este año, siendo finalistas de la Copa y en semifinales de la Liga de Campeones, que para otros es normal, para nosotros no es suficiente. El Madrid es grande por este nivel de exigencia y nuestra cultura es ganar. Ha sido un año que no consideramos suficiente para el nivel de exigencia del mejor que tiene este club».

Presión fuera de lo normal

No sólo lo deportivo ha influido en el adiós. Es verdad que el Madrid exige ganar y esa presión desgasta. Pero desgasta el doble cuando se añade una tensión exterior que supera los límites de lo razonable: «Me hubiera gustado que hubiera continuado, sin ninguna duda–explicó Florentino–. Pero el nivel de presión ha ido incrementándose de tal manera y llega un momento en que las personas tienen una capacidad y un límite». Ha habido un enfrentamiento duro con el entorno, sobre todo este último año: «La gente quiere influir y a veces en esa presión se pasan. Y para gente que viene de fuera, esto sorprende. Mourinho me decía que los partidos en Inglaterra no duraban tanto. Aquí el partido dura los siete días de la semana. Es verdad que esa presión a este club lo ha hecho grande, pero esta vez algunos han utilizado insultos y descalificaciones que no estaban dentro de lo normal. Todo el mundo tiene familia e hijos y no es normal esa presión».

Esa tensión incluso pudo provocar algunas reacciones equivocadas de Mourinho, por las que, el portugués pidió perdón. Eso también queda atrás. Mourinho «ha mejorado cualitativamente el equipo», es su legado. Hoy vuelve a empezar todo.