Roberto Trashorras: «En el fútbol, al final, tienes que correr. Y corres mucho»

El capitán del Rayo acaba de cumplir 35 años, pero está mejor que nunca. Mañana se enfrenta al Barcelona y no encuentra mejor manera de combartirlo que con la pelota

Es el hombre más buscado antes de que el Rayo se enfrente al Barcelona. Pasó por el Castilla, pero en el juego de Roberto Trashorras (Rábade, Lugo, 1981) quedó marcado para siempre todo lo que aprendió en La Masia.

–Pasó por la cantera del Barcelona y por la del Real Madrid, pero cualquiera reconocería en usted el «estilo Barça».

–Soy un poco el adn que nos inyectan allí. Es muy fácil de ver, me gusta estar en contacto con el balón, tener la posesión, dar pases. Mi manera de entender el fútbol casa más con lo que aprendí en La Masia y cuando me preguntan por las diferencias creo que en los dos clubes se trabaja muy bien, pero la gran diferencia es que en Barcelona los ponen a jugar.

–¿Qué le faltó para llegar arriba?

–Un poco de todo. Cuando estás allí hay tantos futbolistas y muchos del mismo estilo que depende del momento del equipo, del entrenador, de tener una pizca de suerte, de que el club esté bien, de que haya un entrenador que tire de ti y te dé confianza...

–Los que reducen el fútbol a una cuestión de kilómetros dirán que ahora corre y antes, no.

–En el fútbol, al final tienes que correr y corres mucho. En la situación en que juego yo ahora y como jugamos nosotros tienes que correr mucho y poner mucha intensidad, pero siempre he corrido. Es un tópico que se ha dicho mucho, pero yo estaba tranquilo porque sé el esfuerzo que hago.

–A lo mejor es que ha aprendido a correr mejor.

–Al final aprendes. Como todas las situaciones que se dan en un partido ya las has vivido, quizás vas un paso por delante y ves que otra gente es más rápida, más alta, más fuerte y te intentas anticipar. Eso te hace salir victorioso de esas situaciones.

–Acaba de cumplir 35 años. ¿Está mejor que nunca?

–Estoy bien, estoy a gusto, el momento de retirarme dependerá mucho de las circunstancias en las que esté. Es como en un trabajo. Si estás contento, si te sientes importante, si tu jefe te valora, te pagan bien, estás a gusto y continúas. Si tengo confianza, si las lesiones me respetan, si el que me tiene que poner me pone y estoy a gusto pues lo alargaré lo máximo que pueda. Si no me divirtiera lo hubiera dejado hace tiempo.

–¿Paco le ha hecho mejor jugador?

–Quizás no mejor jugador. Lo que ha hecho es potenciar mucho mis virtudes y ayudarme en mis defectos. Me ha ayudado mucho en eso, sobre todo en mis virtudes, sacarlas mucho más a la luz y en los defectos, que eran obvios, trabajarlos. Así me ha hecho mejor jugador y sobre todo ha sacado un rendimiento muy grande de mí.

–Su porcentaje de acierto en los pases en los últimos cuatro años es muy elevado y muy regular, alrededor del 86 por ciento. ¿Cómo se consigue eso?

–Cuando me hablan de las estadísticas, sobre todo de los pases, que soy el que más pases da de la Liga, siempre digo que es muy bueno, porque uno participa y su equipo tiene mucha posesión, pero lo importante es el acierto. Si das pases pero se van fuera o al contrario, no sirve para mucho. Pero un 86 o un 87 por ciento, quiere decir que los pases están bien dados y que el equipo está funcionando.

–Eso lo trabajan mucho, el pase al primer toque y en buenas condiciones al compañero.

–Para nosotros es fundamental. Si quieres tener posesión, los pases tienen que ser buenos y cuanto antes le lleguen los pases a tus compañeros más tiempo tendrán para dar otro pase bueno. Es darlo rápido, darlo bien y al que mejor está situado. Más allá de que en La Masia es lo que te inculcan, entrenamos mucho jugar rápido, al primer toque , dar ventaja a tu compañero, si un compañero está apretado buscar a otro...

–¿Y así se puede ganar al Barcelona?

–Sí. Algún partido tendrán que perder. Cada uno cuando se enfrenta al Barcelona busca lo mejor para su equipo, pero muchas veces, uses las ideas que uses, no te llega. Creemos que la nuestra es la que debemos usar porque también es la que usamos contra otros equipos. Nadie nos asegura que cambiando nuestra forma de jugar conseguiríamos un superresultado. La manera es intentar que el Barcelona no esté cómodo, que no tenga el balón. No sólo es una forma de atacar, creemos que es una forma de defender. Si el Barcelona tiene menos posesión que tú tiene menos posibilidades de hacerte daño. Aún así, con muy poquito es capaz de marcar cuatro o cinco goles. Vamos a intentar minimizar los riesgos lo máximo posible teniendo nosotros el balón.

–En el primer equipo del Barcelona, coincidió con Luis Enrique. ¿Se lo imaginaba así como entrenador?

–No, no, no. Era un jugador de mucho carácter, con muchos huevos, muy luchador, técnicamente muy bueno, muy polivalente. No te lo imaginabas. A lo mejor hay otros jugadores en los que la figura del entrenador la puedes ver más reflejada, como Guardiola.

–¿Cómo era su relación con Luis Enrique?

–Era muy buena. Siempre que subía al primer equipo me ayudaba mucho, estaba mucho con Puyol y con él y siempre se lo he agradecido, en privado y en público. Fue una de las personas que más me ayudó.