Se busca al mejor Bale

En los últimos partidos Solari ha decidido que el galés juegue pegado a la banda izquierda, algo que casi no ha probado en el Madrid. Tras la recuperación de Benzema, toca el momento de Gareth.

Benzema ha dejado de estar discutido en el Madrid durante unas semanas porque ha recuperado el gol. Ya llegarán tiempos en los que se le vuelva a mirar con desconfianza, porque eso va ya implícito en la relación que el delantero tiene con el Bernabéu. Ahora, con el francés salvado por el momento, es a Bale a quien se giran todos para pedirle que aumente su contribución en este renacer del Madrid de la mano de Solari.

Sabe el argentino que con el galés a su máxima potencia, el nivel del equipo sube muchos enteros y por eso está buscando el modo de aprovechar sus características y que éstas se expresen de manera constante. Su prueba, por ahora, es situarlo en la banda izquierda, casi más como extremo que como delantero. Solari ha cambiado un poco el dibujo del equipo, porque ahora el 4-3-3 a veces es un 4-2-3-1, pero siempre con dos hombres pegados a la banda. Es por eso que en estos pasos iniciales el argentino Lucas Vázquez le es más útil que Isco, por ejemplo, y a Bale le encuentra mejor y más eficiente acomodo jugando cerca de la línea de banda.

Bale comenzó su proyección futbolística como un lateral izquierdo al que era imposible parar y al que el campo se le quedaba pequeño. Con esa facilidad para llegar al área rival y esas aptitudes goleadoras todos vieron que era mucho más útil jugando en la zona de ataque y en el Real Madrid, como Cristiano estaba en la izquierda, desde el primer momento se le utilizó como un jugador de pierna cambiada. Seguía en ataque, pero desde la derecha.

Desde esa zona Bale enseña más el balón al conducirlo con la pierna izquierda y tiene que pensarse mucho el pase porque no le sale de manera natural. Sin embargo, vuela directo hacia la portería para disparar. «A él le gusta jugar por la derecha porque así puede tirar más», explicaba Ancelotti. Y esa teoría mantuvieron después Rafa Benítez y Zidane. El primero hizo un amago de situar al galés más centrado, casi como un mediapunta, pero ni el experimento ni el entrenador duraron mucho.

Solari ha decidido que si bien Bale va a tener libertad para moverse, la banda izquierda es un sitio adecuado para él, desde donde puede sacarle mejor beneficio. Ya no tiene a Cristiano Ronaldo que partía de esa posición y no quedan muchos motivos para que el futbolista no se sitúe en su lado más natural. El encuentro contra el Celta en Vigo fue el ejemplo más claro de que los tiempos han cambiado para él. No sólo por su posición, sino porque ahora se le exige más constancia y que sea más decisivo más veces. Lleva un plan para lesionarse menos y en cuanto siente que puede sufrir algo se detiene. Pero sobre todo, pidió más minutos y más importancia después de su golazo de chilena en la última final de Champions y se los dieron. En su mano, y por la banda izquierda, tiene que llegar su respuesta después del parón de selecciones.