Fichajes
Siempre negativo
Las estrellas esquivan al United de Louis van Gaal, debilitado a pesar de gastar 140 millones este verano.
Los aficionados del United echan de menos los tiempos en los que David Gill mandaba en los despachos y Sir Alex Ferguson, en los fichajes y el banquillo. Antes David Moyes y ahora Van Gaal han revalorizado el legado del viejo entrenador, que ganó tanto que hizo que pareciese fácil y normal. Sin él, los «red devils» dejaron de dominar la «Premier», han estado fuera de la Liga de Campeones y se sienten un escalón por debajo de los grandes equipos de Europa.
El dúo Van Gaal-Woodward, protagonista desde Inglaterra del «caso De Gea», tiene indignada a la hinchada «red», que ve cómo los grandes futbolistas prefieren otras opciones y su club gasta increíbles cantidades de dinero en jugadores que no tienen un perfil «top» o no rinden como se espera. Ed Woodward es el vicepresidente ejecutivo y el hombre que estaba al otro lado del e-mail la noche en la que los papeles de De Gea llegaron tarde. Su currículum es deslumbrante en cuanto a hombre de negocios, con PriceWaterhouse y JP Morgan como escalones anteriores a que los Glazer le pidieran ayuda para comprar el club. Así llegó al United, donde triplicó los ingresos por publicidad y marketing en siete años. A partir de 2012 pasó a tener responsabilidades en las operaciones deportivas y ahí sus habilidades no parecen las mismas.
El United ha gastado en los últimos tres veranos 412,8 millones de euros en fichajes y cuesta encontrar casos rentables. En 2013, y después de rumores respecto a la llegada de Bale o la vuelta de Cristiano, la estrella del mercado para los de Old Trafford fue Fellaini, por el que pagó 32 millones y al que Van Gaal el año pasado primero no lo quería y luego lo convirtió en delantero centro de urgencia para colgar balones y aprovechar su altura.
El holandés es otro de los problemas que los seguidores ven para que su equipo crezca. Su capacidad está tan fuera de duda como su falta de mano izquierda. A Valdés lo apartó para siempre por no querer jugar un partido con el filial. A Di María, después de romper récords de traspaso (75 millones) lo sacó de su posición habitual y el argentino ha reconocido que la razón de su marcha tras sólo un año se llama Van Gaal. A De Gea no le ha facilitado la salida, no pudo convencer a Ramos de que dejase el Madrid, ni a Pedro y Otamendi de que se uniesen al proyecto, mientras que a Falcao lo anuló en vez de sacar rendimiento a su cesión. Y como al United le sobra el dinero y le faltan ideas, la última idea ha sido pagar 70 millones (entre fijos y variables) por Martial, un delantero francés de 19 años. Rooney, peso pesado del vestuario «red», tuvo que preguntar a Schneiderling (también galo) quién era la nueva adquisición millonaria.
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