Tebas pasa de todo y anuncia el partido de Estados Unidos en el Miami Herald

Rubiales ha dicho que no; Infantino, presidente de la FIFA, ha dicho que ni hablar, pero Tebas insiste en que el partido de Miami se va a jugar y por eso ha regado de publicidad el Miami Herald anunciando el encuentro entre el Barcelona y el Girona, ése que el sigue convencido de que se va jugar, pese a que todo el mundo del fútbol considera que no.

Ni siquiera el Gobierno está por la labor porque cree que una celebración así sólo es un canal de publicidad para el nacionalismo catalán. Tebas ha querido convencer a todos de que el porcertaje de la afición que va desde España es mínimo y que el público que va a llenar las gradas del estadio de Miami va a ser principalmente estadounidense y que el partido es un paso más de expansión de LaLiga, pero pocos creen que el nacionalismo catalán no va a aprovechar un escaparate tan apetecible como un encuentro de Liga en Estados Unidos.

Rubiales, por parte de la Federación, desde siempre mostró su desacuerdo porque ni le gusta la idea y piensa que no ha llevado por los cauces correctos. Tampoco estaban de acuerdo los jugadores, a los que se consultó en último lugar y que no ven ningún beneficio a un viaje tan largo para un partido.

Las aficionados que van a viajar son muy pocos, porque a muy pocos les apetece, pese a las condiciones ventajosas que ofrece LaLiga.

Por último, otras equipos de LaLiga, encabezados por el Real Madrid, ya han mostrado su desacuerdo con que un encuentro se juegue en campo neutral. Dicen que es injusto que el Barcelona no juegue en el campo del Girona, donde la presión ambiental y las dimensiones del terreno de juego pueden jugar en su contra. En cambio, en Estados Unidos, todo juega a su favor y su mayor calidad inclina el encuentro hacia su lado.

Es decir, que todo y todos estaban en contra de jugar el encuentro y todas las señales indican que no se va a disputar.

Pero Tebas sigue convencido. La publicidad en el Miami Herald no es más que el siguiente desafío. Él dice que se va a jugar. El resto del mundo, cree que no