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Bautista ya no espera

Vence a Khachanov, décimo favorito, y se une a Nadal en octavos de Australia. «Ahora intenta ir a por los rivales en los momentos clave», dice Carbonell, uno de sus técnicos.

Bautista celebra su triunfo ante Khachanov en tercera ronda de Australia
Bautista celebra su triunfo ante Khachanov en tercera ronda de Australialarazon

Vence a Khachanov, décimo favorito, y se une a Nadal en octavos de Australia. «Ahora intenta ir a por los rivales en los momentos clave», dice Carbonell, uno de sus técnicos.

Roberto Bautista es exigente. «Las sensaciones no fueron tan buenas en cuanto a pelota, porque en cuanto a ritmo de competición he seguido a un ritmo muy alto. Esta confianza me hace sentirme bien en los momentos difíciles», cuenta después de vencer, y en sólo tres sets (6-4, 7-5 y 6-4), al décimo favorito en el Abierto de Australia, el ruso Kachanov. Ese triunfo le lleva a los octavos de final, su límite en un torneo de Grand Slam (ha llegado en nueve ocasiones). «Hoy en día si no lo haces bien en los Masters 1.000 o en los Grand Slam es difícil que te acerques al “top 10”, que es el objetivo de Rober», cuenta Tomás Carbonell, uno de sus entrenadores. «El año pasado jugó bien los 250 y los 500, pero no sumó demasiados puntos en los otros torneos», prosigue. Por eso su ránking es ahora el 24, aunque el potencial vaya mucho más allá. En las últimas temporadas siempre se ha mostrado competitivo ante los jugadores «top», pero le faltaba algo. «Se ha dado cuenta de que para ganar a los mejores tienes que ir a buscarlos en los momentos importantes... Esperar, esperar... Él a veces pecaba de esperar demasiado en los puntos clave, cuando tiene armas para poder ir a por el contrario. Es preferible fallar alguna bola de más, pero que el rival se sienta amenazado, y eso es lo que está intentando: llevar mejor el balance defensa-ataque», añade Carbonell.

Ese plus de agresividad le está dando resultado. Comenzó 2019 con el triunfo en Doha, superando en las semifinales a Djokovic, y en Melbourne no se ha venido abajo en las dos primeras rondas, pese a ver cómo le igualaban en ambos duelos una ventaja de dos sets a cero. Ahora le espera el verdugo de Verdasco, Marin Cilic, para saltar el muro de los octavos y seguir creciendo.

El que va a más en el torneo es Rafa Nadal. El número dos del mundo superó al australiano de origen español Álex de Miñaur (6-1, 6-2 y 6-4), una de las jóvenes promesas del circuito. Como el «aussie» es un tenista que da ritmo, el partido fue perfecto: Nadal jugó un buen puñado de puntos largos, comprobó que su servicio nuevo funciona y que además le permite golpear más derechas ganadoras, y va afilando su revés. Lo necesitará para superar a un renacido Berdych, su próximo oponente.