París
Madera para ser número uno
La española tiene juventud, potencia, juego y mentalidad para ser una Steffi Graf o una Serena Williams
Garbiñe Muguruza tiene potencial para ser número uno. Físico, golpes, actitud... Domina todos los escenarios y si logra dominarse, unir control a la potencia que tiene, algo que ya está haciendo, el futuro y el presente son suyos.
Buena derecha
Su golpe de derecha es muy académico. Tiene la variación de poder jugar alto y plano, aunque a ella le gusta más hacerlo de forma agresiva. Es un tiro muy correcto que efectúa con una gran potencia porque tiene mucha fuerza en las piernas. Su derecha es muy, muy buena, aunque si tiene margen de mejora es aquí. Ya la ha mejorado muchísimo, pero puede hacerlo todavía más.
El mejor revés
El revés de Garbiñe Muguruza es un guante. Se coloca perfectamente y ataca bien, de ahí que pueda jugarlo de todas las maneras posibles. Domina tanto el cruzado como el paralelo. Su revés de ataque va tres niveles por encima de las jugadoras normales y cuando resta con él es una bomba. El cortado lo usa poco. Lo puede hacer porque tiene mucha mano, pero es un golpe más de recurso, cuando no llega, porque suele ir al ataque.
Mejoras en el saque
El servicio lo ha mejorado en los últimos tiempos y todavía lo puede hacer más. Tiene un buen primer saque, de porcentaje de acierto correcto. El segundo es más bien cortado, y todavía lo puede evolucionar más que el primero. Tiene variedad con este golpe y suele sacar bien a la «T», que es lo que le gusta más, para desplazar a la rival.
Resto decisivo
El de revés es el mejor del mundo, y lo que hace es más difícil de lo que pudiera parecer. Ante el segundo saque de la oponente gana dos o tres metros, se mete en la pista y ataca siempre, lo que convierte en una incomodidad jugar contra ella. Ya se vio en la final contra Serena. Restaba muy adelante. Es complicado hacerlo porque tiene que tener una capacidad de reacción brutal y tener un guante en la mano, si no el tiro se descontrola. Le hacen más dobles faltas de lo normal porque fuerzan al ver que se adelanta tanto. Les hace pensar que va a volver una bomba, ¡pero es que además es lo que vuelve! Puede restar tanto de paralelo como en cruzado.
La red, para rematar
Sus subidas a la red suelen ser para terminar los puntos, porque el juego de fondo lo hace tan fuerte que genera muchas opciones de acabar la acción adelante. Tiene buena mano en la volea. También en otros golpes de talento, como la dejada. El juego de artista lo tiene, pero no lo necesita.
Fuerte mentalidad
Su mentalidad es magnífica, pero con el tiempo tendrá que acabar controlando más las emociones. Tiene una cosa muy buena: que es una ganadora nata desde que era una niña. Además, le gusta ser la favorita, que la entrevisten, que le pidan autógrafos... Toda esa serie de cosas que a otros tenistas les perjudica y les molesta. Le reforzará el triunfo en París, que ha llegado después de que tuviera que asumir lo que le pasó al final del año pasado, su llegada a la élite. Los primeros meses de 2016 no jugaba lo que ella podía, pero cuando se ha asentado en su cabeza todo, ha salido el gran potencial que posee.
Siempre al ataque
Ser agresiva es lo que define su juego. Ella piensa en agresivo y quiere ser la que domine el partido. Su juego defensivo es correcto, se mueve muy bien, aunque pocas veces tiene que recurrir a ello porque en cuanto puede busca llevar la iniciativa. Es arriesgado y a veces falla, pero al final le sale rentable esa apuesta.
Un físico imponente
Garbiñe Muguruza es un portento físico. Es fortísima, la ves cómo se mueve para restar, para ir a las bolas, y ves que lo hace con naturalidad.
En todas las superficies
El sitio que podía pensarse peor para sus características es la hierba, pero el año pasado ya jugó la final de Wimbledon. En el Masters, en dura, también brilló. Y ha ganado en París...
*Ex entrenador de Garbiñe Muguruza
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