Roland Garros
Rafa Nadal, de récord en récord
El español iguala a Jimmy Connors con 233 victorias en Grand Slam. Superó a Gasquet y ahora le espera Marterer
El español iguala a Jimmy Connors con 233 victorias en Grand Slam. Superó a Gasquet y ahora le espera Marterer.
Rafa ya está en octavos de su torneo preferido. Más intenso que nunca, con más precisión que la mostrada en los últimos partidos, se deshizo en tres sets de Richard Gasquet, su amigo y rival desde que tenían trece años, cuando el francés, según reconoció Nadal hace unos días, era mejor que él. Ahora ya no. No hay opciones. Ayer se vio y la victoria de un avasallador Rafa se consumó en menos de dos horas para el 6-3, 6-2 y 6-2 definitivo. Un triunfo que sirve para igualar los registros del norteamericano Jimmy Connors en Grand Slam. Se dice pronto, pero ya son 233 los triunfos que atesora el tenista de Manacor al que le espera el joven alemán Maximilian Marterer en octavos.
Rafa, que hoy cumple 32 años, reconoció al final del partido que había «jugado muy bien. Lo siento por Gasquet, que es un buen amigo y muy buena persona, es alguien muy importante para el circuito». Así, valoró su balance favorable de 16-0 en los enfrentamientos con el francés. «No sé, son cosas que ocurren. Supongo que habrá un análisis al respecto, pero para eso estáis vosotros. Me he sentido cómodo y he jugado con intensidad adecuada en todo momento».
Las sensaciones son muy buenas cuando se llega a la semana decisiva de París. Y así se lo explica a Corretja nada más concluir el enfrentamiento con Gasquet. «En los primeros cinco juegos él ha empezado paradito, pero luego yo he jugado con intensidad alta y he perdido pocos puntos con mi saque. Después he tenido un momento de cierta relajación y ha soplado viento en contra; ahí todo ha estado un poquito más liado, con él metiendo bolas que al comienzo no metía», añadió Rafa.
El número uno del mundo suma otra marca a su palmarés. Acumula ya 34 sets consecutivos sobre la tierra parisina. Un registro sólo superado por el sueco Bjorn Borg, entre 1979 y 1981981. Arriesgado es asegurar que Rafa no va a ceder ningún set, pero lo tiene todo de cara y en octavos debe pasar inmaculado porque su juego, además, lleva un camino ascendente y no parece, viendo el comportamiento de sus rivales, que haya alguno que esté en condiciones de hacerle daño.
Zverev, Djokovic... Tiempo al tiempo.
Cuando tenían trece años los duelos Gasquet-Nadal eran más ajustados, más equilibrados y los dos eran parejos en su juego. Hoy por hoy la diferencia es abismal y el comienzo de Rafa al anotarse los cuatro primeros juegos fue el principio del final para el tenista local. Aquí ese factor no influye como sucede en otros deportes y los gritos de «Richard, Richard» no supusieron el efecto deseado en unos aficionados que acabaron rindiéndose al español, que se llegó a poner 5-0 en solo 18 minutos. Con todo encarrilado llegaron instantes de relajación para Rafa, a Gasquet le entró el primer saque y se colocó con un 5-3 para regusto de sus incondicionales. Dio igual. Rafa cerró el set, miró a Carles Moyá y también debió pensar en el tío Toni que había estado vigilante en el entrenamiento del viernes.
Y Nadal entró en erupción. Fallaba Gasquet con el revés y Rafa encontró su mejor juego, su temple, su serenidad y su ambición. Un cóctel que le permitió firmar un 6-2, 6-2 en las dos siguientes mangas tras un juego superior y más convincente que el que ofreció contra el argentino Pella y el italiano Bolelli. Sus subidas a la red fueron imparables para su amigo, que le saludó educadamente a la conclusión y que debió pensar que esto cuando tenían trece años no pasaba.
«Es increíblemente admirable», dice Sharapova de Rafa, del que admira su capacidad para «dar la cara». Y es que Nadal se reinventa cada partido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar