Nadal progresa adecuadamente

El abanderado en Río dice que se cumplen los plazos de recuperación de su lesión, aunque llegará a los Juegos tras dos meses sin competir.

Andy Murray, el reciente ganador de Wimbledon, está en Manacor para ultimar su preparación para los Juegos Olímpicos de Río en las instalaciones de la academia de Rafa Nadal. No es la primera vez que lo hace este año, pero en esta ocasión tendrá que esperar para poder intercambiar unas bolas con el propio Nadal. El español sigue su puesta a punto por la lesión de muñeca que le obligó a abandonar Roland Garros y a ser baja en Wimbledon; apura su puesta a punto para llegar a los Juegos y de momento, estos días, le espera un entrenamiento «más bajo, paso a paso». La próxima semana ya podrá probarse con el propio Murray y desde ahí... «Voy a morir en cada entrenamiento para llegar lo mejor posible», explicó el ex número uno del mundo, con ocasión de la inauguración del «Sport Xperience by Rafa Nadal». Las sensaciones son positivas, se están cumpliendo los plazos de recuperación. «Los tiempos son correctos, hay dos semanas y media para comenzar a competir. Me encuentro bien, trabajando y en un proceso de recuperación», afirmó. «Espero ir cada día un poquito a más y poder llegar a Río bien preparado, aunque, como siempre digo, seguro no hay nada en esta vida», continuó.

Nadal siempre ha asegurado que perderse los Juegos de Londres ha sido la mayor decepción de su carrera y aunque no estará al ciento por ciento, pues llegará tras un parón de dos meses sin competir, ir a Río ha sido su gran objetivo desde que se lesionó. De momento, ha renunciado al Masters 1.000 de Toronto, como Murray y Federer. Rafa quiere exprimir la experiencia olímpica al máximo, porque no sabe si será la última vez que estará en unos Juegos, y va a competir en individuales, dobles junto a Marc López y dobles mixtos con Garbiñe Muguruza. Además, será el abanderado español, algo que considera «un reconocimiento» y también un honor. «Me hace muchísima ilusión», admitió. Su baja en Londres supuso, además de la pérdida deportiva, la pérdida emotiva de liderar a la delegación española en el desfile inaugural, pero tendrá una segunda oportunidad. Al día siguiente comienza la competición de tenis, y Nadal espera que en la organización sean condescendientes y no le hagan estrenarse tan pronto.