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Selección Española

Un amistoso de campeonato

Cazorla, Nolito, Raúl García, Casilla, Azpilicueta, Camacho y Koke, en el entrenamiento de ayer de la Selección en Balaídos. Alemania lo hizo a puerta cerrada larazon

España llega al partido en alza y Alemania comparece en Vigo con muchas dudas por los últimos resultados

El cartel es llamativo: España-Alemania, a las 20:45 en Balaídos. Los dos últimos campeones del Mundo, frente a frente. Ambos, con la enfermería efervescente y aplicados a la máxima aquella de renovarse o morir... por la incidencia de las lesiones y porque los años no pasan en balde. Del Bosque, lastrado por el estrepitoso fracaso de la Selección en Brasil, se afana en revolucionar un equipo que bien pudo caer en la autocomplacencia –estaba tan pagado de sí mismo el «establishment» español que deberes que tenían que haberse hecho antes del campeonato, como la renovación de patrocinadores, se dejaron para después–, o que confundió el lugar de concentración, o que al amparo de la generosidad del seleccionador abonó los servicios prestados. Joachim Löw, después del éxito, no acierta a dar lustre a la cuarta estrella. Las «jubilaciones» de Lahm y Klose son menos significativas que la derrota ante Polonia, o el empate con Irlanda en la carrera de Francia’2016, o la reciente humillación sufrida contra Argentina (2-4) en un amistoso que encerraba tanto morbo como el de esta noche. Fue la dulce venganza de la subcampeona.

España no pierde en casa desde 2006, cuando fue sorprendida por Rumanía en Cádiz (0-1). Acumula 34 partidos invicta. Pero eso es pasado. En esto del fútbol, tan bellaco es ejercer de corifeo y turiferario como de francotirador, sea cual fuere el porvenir o el resultado. Los entrenadores, Vicente del Bosque entre ellos, como no podía ser de otra manera, aciertan y yerran. En un caso como en otro lo que corresponde es significarlo, sin edulcorar el desastre ni programar una sesión de vudú para martirizar al responsable hasta esclavizarlo o conseguir que lo echen o dimita.

Por eso el partido de hoy es, además de un amistoso de campeonato, cuestión de prestigio. A Löw todavía le miran de soslayo en Alemania por esa lacerante derrota sufrida frente a Polonia. Poco importa que los centrales Boateng y Hummels, el portero Neuer, Schweinsteiger, Özil, Schürrle y Reus estén lesionados y que Sammy Khedira, que ejercería de capitán, sea duda, como el valencianista Mustafi. Eso son gajes del oficio, como las bajas por idénticos motivos de Iniesta, Silva, Costa y Cesc. Lo que importa es recuperar la imagen perdida y salir airoso ante un adversario que ha servido de ejemplo a los alemanes por su manera de entender el fútbol, y de practicarlo. «A partir de 2008, España ha sido la gran referencia del fútbol mundial por su estilo. Llevo siguiendo el fútbol español desde 2004. He pasado meses en algunos de sus clubes», explica Löw.

Las visitas de «espías» alemanes como Bierhoff a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas han sido habituales. España tenía un modelo que exportar y a los súbditos de Merkel les gustó. «No hemos copiado el juego de España; pero sí que hemos aprendido de él para progresar», reconoce el seleccionador teutón, que advierte de los problemas de su equipo: «He notado un agotamiento importante, y no lo digo como excusa. Perder con España no sería una catástrofe, porque lo importante es luchar. Eso es lo que busco».

El madridista Kroos se deshace también en elogios al rival: «Me gusta el estilo de España; soy un admirador de su forma de jugar y me hubiese gustado coincidir en Brasil con su selección, porque es uno de los rivales más atractivos del fútbol mundial». Pero no hay lugar para la revancha, por las derrotas en la final de Viena (Eurocopa’2008) y en la semifinal de Suráfrica (2010): «No tiene sentido», afirma, y en esa línea está su compañero Götze: «¿Revancha? Somos campeones. Claro que no es un partido normal. Vamos a jugar contra un equipo que ha dominado el fútbol recientemente con un nivel altísimo».

Del Bosque ejerce de anfitrión y tampoco escatima halagos: «Alemania siempre ha tenido un gran comportamiento con nosotros. Con Löw la relación es muy buena, supo perder. Siempre han sido correctos, educados y buenos deportistas, que es lo que se espera del deporte». Y sobre el partido, añadió: «No hay mucha diferencia entre que sea amistoso u oficial. Ellos querrán mantener su gran nivel y nosotros la buena línea de después del Mundial y subir la autoestima. Queremos espectáculo». Concluyó: «Supimos ganar y hemos sabido perder. Ahora nos preparamos para el futuro».

Anuncia novedades. Casilla, Morata, Nolito, Bruno, Bernat, Albiol, Azpilicueta, Callejón, Camacho y Raúl tendrán minutos.