Un Cristiano estratosférico

El Real Madrid afrontaba la cuarta jornada liguera con tan sólo tres puntos en su casillero. Y lo que era más preocupante, a seis del líder. Situación delicada para los merengues, que no podían dejar ninguno más en su visita a Riazor. Un estadio que durante 18 temporadas fue inexpugnable para los blancos, circunstancia que también afectaba al mismísimo Cristiano Ronaldo, que en sus tres anteriores visitas al coliseo coruñés no logró perforar la meta deportivista. Era el único estadio de la Liga que se le resistía. Y el sábado, el gran jugador luso cambió su historia particular derrumbando el muro herculino con un nuevo «hat trick», con el que sumó su vigésimo triplete, a tan sólo dos de Zarra y Di Stéfano.

El jugador completo

Con 182 dianas en Liga en 161 partidos disputados, hablamos de números estratosféricos, del auténtico número uno del fútbol mundial. Su promedio goleador en nuestro campeonato es de 1,09 goles por partido, y supera al máximo realizador de todos los tiempos en porcentaje, el mítico Telmo Zarra, con 0,91 de promedio. Imposible dudar de este auténtico «crack» que, a pasos agigantados, se acerca también a Raúl como máximo realizador del Real Madrid en Liga. Ya sólo está a 46 dianas. Se cruzan apuestas sobre en cuántos partidos le alcanzará. Cristiano es el prototipo de jugador perfecto: 1,85 de altura y 80 kilos de peso. Sus condiciones atléticas son excepcionales, con un gran golpe con la pierna derecha, buen manejo de su zurda y un remate de cabeza que firmaría el mismísimo Santillana. Día tras día busca la perfección como futbolista.

Letras de oro

Si Di Stéfano con su llegada cambió la historia del Real Madrid, Cristiano la está reescribiendo con letras de oro. Muchos se quejan de la exigencia del público de Santiago Bernabéu, pero le exige a todos sus jugadores la misma entrega, sacrificio y compromiso que al mejor jugador del mundo: Cristiano Ronaldo.