Un paseo por El Nido

Bolt y Gatlin alcanzaron las semifinales de 200 al trote. Genzebe Dibaba ya oposita a reina del Mundial

Las trece milésimas que separaron el oro de Bolt de la plata de Gatlin en la final de los 100 calentaron las series de 200, pero no para sus dos protagonistas. El jamaicano y el estadounidense se clasificaron para las semifinales cumpliendo el trámite de modo funcionarial. Esprintaron poco más allá de la curva y luego se dejaron llevar de forma insultante. Ninguno bajó de los 20 segundos (20.28 para Bolt y 20.19, Gatlin), como no lo hizo ninguno de los 24 atletas que volverán a correr hoy en busca de una plaza para la final de mañana.

A Bolt se le vio tan relajado como acostumbraba hace no demasiado tiempo. El peso que se ha quitado tras ratificar su dominio en los 100 fue la mejor ayuda. Apareció lanzando besos a la grada, simulando que filmaba con una cámara imaginaria, se sentó en su calle de salida y a 60 metros de la meta se dejó llevar para hacer un registro similar a la única carrera de 200 que había disputado esta temporada. Fue en el frío de Ostrava y paró el crono en 20.13, casi un segundo más de su plusmarca mundial.

Gatlin también decidió moderarse. Hizo la mitad de la carrera, se frenó en el comienzo de la recta y al final volvió a apretar para evitar disgustos. El estadounidense es el hombre que más rápido ha corrido los 200 en los dos últimos años. En 2015 lo ha hecho como nunca (19.57) y ya sabe lo que es ser campeón del mundo. Fue en Helsinki hace 10 años. La amenaza a Bolt, tres veces campeón mundial, continúa.

q Otra vez las Dibaba. Sólo una familia en el mundo puede presumir de sumar 21 medallas mundialistas, 7 podios olímpicos y 10 récords del mundo, las Dibaba. La última en llegar ha sido Genzebe, la hermana pequeña de la saga etíope, que se proclamó campeona del mundo de 1.500 en una carrera en la que el resto parecieron juniors. Lo de las Dibaba viene de lejos. Tirunesh es firme candidata a mejor fondista de la historia y con la hermana mayor, Ejegayehu, empezó todo a principios de siglo. Hay más. Su prima carnal, Derartu Tulu, fue dos veces campeona olímpica y triple ganadora del Mundial de cross. Hace apenas un mes, Genzebe Dibaba batió el récord del mundo de «milqui» en la reunión de Mónaco con 3:50.07, una marca a la que sólo se han aproximado la legión de chinas dopadas que dominó la disciplina a mediados de los noventa. Si había una final en el campeonato con una favorita clara era la prueba reina del medio fondo. La segunda mejor marca del año estaba a seis segundos de la etíope. Genzebe hizo la mitad de la carrera en cabeza. Ninguna rival vio en los últimos 700 metros algo más que su espalda y acabó con unos modestos para ella 4:08.09. Su ritmo sostenido fue insufrible. Sólo la holandesa de origen etíope y campeona de Europa, Sifan Hassan, se acercó a su estela, pero terminó fundida. Fue bronce. Entre medias se coló una keniana, Kipyegon. El siguiente reto de Genzebe serán los 5.000, una distancia que le resulta familiar. Su hermana Tirunesh tiene el récord del mundo y Genzebe presume de las tres mejores marcas del año.