Van Gaal, en el abismo

Nueva derrota del United en casa del Stoke City. La situación del entrenador holandés es ya insostenible.

«El club no tiene que despedirme. A veces puedo irme yo mismo. He recibido el respaldo del club siempre. Pero hemos vuelto a perder y no es una situación nueva. Me siento apoyado por los jugadores», argumentó Van Gaal tras la derrota (2-0) de su equipo en el campo del Stoke City. La situación, por mucho que el técnico holandés no lo quiera reconocer, es límite, insostenible y sólo la proximidad del encuentro ante el Chelsea, mañana en Old Trafford, pueden impedir que los dueños del Manchester United le corten la cabeza, pero, salvo milagro, el ex entrenador del Barcelona está sentenciado a pesar de que tiene un año más de contrato con los «diablos rojos».

Van Gaal asume como lógica la decepción de los aficionados después de cuatro derrotas en los últimos cuatro partidos, entre ellas la del Wolfsburgo, que costó la eliminación de la Liga de Campeones. Explicó que no entendieron su «bronca» con los medios de comunicación cuando les pidió que le dieran excusas. «No se entiende mi mensaje. Mi mensaje es que los medios dicen y escriben cosas que no se confirman y que no tienen que ver con lo que pasa en el Manchester United. Ése fue mi mensaje. No que me sienta herido o lastimado. Estoy acostumbrado a eso. Ahora es otra situación. Hemos perdido el cuarto partido y tenemos que esperar y ver», indicó.

Dos empates y tres derrotas le alejan de los puestos de cabeza de la Premier. Ayer, la primera parte del United fue un desastre y en siete minutos el ex azulgrana Bojan Krkic y el austriaco Aurnatovic, con un golazo, destrozaron al equipo de Van Gaal, en el que fueron titulares De Gea, Ander Herrera y Mata, que hizo una primera parte penosa. Quiso arreglarlo con la salida de Rooney tras el descanso y, sin jugar bien, el equipo tuvo la iniciativa ante un Stoke que perdonó a la contra y que se defendió con acierto, por lo que el United tuvo muy pocas ocasiones. «Hemos perdido el partido en los primeros 45 minutos, porque no nos atrevemos a jugar nuestro fútbol. Es mi conclusión», explicó Van Gaal, que creyó que la decisión de dejar a Rooney en el banquillo era «la correcta. Si no, no lo hubiera hecho», dijo, convencido de que la presión con la que afrontan los jugadores los partidos es la causa de los males. «Ése es ahora el gran asunto. Trato de hacer todo, pero la presión será mayor en cada encuentro y tenemos que resolver ese problema. Es más difícil, porque yo también soy parte de las derrotas y la gente está pendiente. Tengo que lidiar con eso, pero más importante es que los jugadores también tienen que lidiar con eso», reflexiona Van Gaal.

El Chelsea de Hiddink puede ser su verdugo si no se precipitan los acontecimientos. Van Gaal y el United están en caída libre, cada vez más cerca del abismo.