Vitolo: «Cuando fui padre me salió una calva por el estrés»

Es insustituible para Sampaoli en el Sevilla y para Lopetegui en la Selección. Según su madre, el secreto es el plátano con gofio que le preparaba de pequeño. «Cosas de madres», dice él.

Víctor Machín, Vitolo, (Las Palmas, 1989) se sorprendió cuando Neymar salió corriendo detrás de él para pedirle la camiseta. «Aquel era mi primer año en Primera y todo lo que me pasaba me sorprendía», explica. Ahora ya no se extraña de que le reconozcan. Es uno de los capitanes del Sevilla y ha sido titular en todos los partidos de la Selección desde la llegada de Lopetegui.

–¿Está en su mejor momento?

–Estoy supercontento por todo lo que me está pasando, por tener continuidad en la Selección y por hacer bien las cosas en mi club, que es lo que me ha llevado a las convocatorias de la Selección.

–Esta temporada lo ha jugado todo con el Sevilla y con la Selección. ¿No se cansa nunca?

–Lo más importante es que te respeten las lesiones. Si preguntas a cualquiera si quiere jugar todos los partidos te va a decir que sí. Hay muchos medios en los clubes y en la Selección para estar bien cada partido.

–Siempre habló muy bien de Emery. ¿Han cambiado muchas cosas con Sampaoli?

–Ha cambiado mucho. Unai era muy exigente, pero a la vez tenía muy metidos a los jugadores. Parecía difícil que el Sevilla encontrara un entrenador que estuviese a la altura del míster, pero con Sampaoli estamos todos encantados. Es otro tipo diferente de juego, más de toque, más de dominar siempre al rival. Son parecidos porque son exigentes y tienen carácter y los dos saben tratar a los futbolistas.

–¿Este estilo le viene mejor?

–Unai era de estar más juntitos y luego salir a la contra todos. Me siento cómodo con el balón también y a cualquier jugador que le guste estar en contacto con el balón el estilo de juego de Sampaoli le viene muy bien.

–¿Nota mucho el cambio al jugar en la Selección?

–No. Más o menos Lopetegui y Sampaoli tienen la misma idea y es estar en contacto con el balón, dominar al rival e intentar ganar todos los partidos.

–¿Qué le pide Lopetegui?

–Que tenga profundidad. A España le gusta mucho el toque, hay mucha calidad por dentro y hacen falta también jugadores que rompan al espacio y den profundidad al equipo.

–¿Qué pensó cuando Del Bosque lo llamó por primera vez?

–Pufff. Siempre lo recordaré, sobre todo porque ves contenta a tu familia, se siente orgullosa de verte en la Selección, que es lo más importante para un futbolista. Desde que eres pequeño sueñas con llegar a la Selección y agradeceré toda la vida a Del Bosque la oportunidad que me dio.

–Cuando jugaba en Las Palmas tuvo una lesión grave de ligamentos. ¿Se imaginaba entonces que llegaría adonde está ahora?

–Cuando me quité la venda de la pierna y me vi la rodilla pensé que no iba a poder jugar más porque la veía muy hinchada. Tenía poca experiencia, pero por trabajo y demás siempre soy constante y siempre quiero más. He llegado hasta aquí e intentaré seguir creciendo como jugador.

–¿Cómo se consigue volver y ser mejor después de una lesión así?

–Cuando te pasan este tipo de lesiones es difícil volver al nivel que tenías antes, pero hoy en día hay muchos avances médicos. Cuando te pasa hay que intentar volver a ser el mismo y con lucha y trabajo se consigue.

–¿Le ha cambiado mucho la vida ser padre?

–Sí. Te cambia por completo. Antes llegabas a casa después de perder un partido y te sentías mal. Ahora llegas, los ves con una sonrisa y que no te piden nada a cambio. Es una sensación impresionante y sólo los que son padres lo pueden saber.

–Y cambian las noches.

–Uff. Eso ha sido lo más duro. Incluso hasta el pelo se me había caído. Por el estrés tuve una pequeña calva. Los primeros meses son los más duros, que tienes que darles el biberón cada tres horas y yo que tengo mellizos, imagínate el lío que había en mi casa. Pero no lo cambio por nada y lo haría quinientas mil veces más.