ERTE
No más deuda por los ERTE por favor
España se sigue endeudando para sufragar un programa de gasto de utilidad cada vez más dudosa
España solicitará un crédito de 20.000 millones de euros del SURE (Support mitigating Unemployment Risks in Emergency, por sus siglas en inglés) para financiar el importe de los ERTE y la prestación extraordinaria de los autónomos. No en vano, hasta la fecha la administración pública española ya ha tenido que desembolsar alrededor de 30.000 millones de euros para hacer frente a estas partidas, lo que ha disparado el déficit durante la primera mitad del año hasta sus niveles más altos desde la anterior crisis financiera.
Dado que el Ministerio de Trabajo y los mal llamados «agentes sociales» han optado por continuar extendiendo estos programas durante los próximos meses, deberemos seguir emitiendo deuda para sufragarlos. Y, evidentemente, si de lo que se trata es de emitir deuda, mejor hacerlo en las muy laxas condiciones financieras del SURE que acudiendo a los mercados de capitales.
Pero optemos por una vía o por otra, no deberíamos perder de vista lo fundamental: el Reino de España se sigue endeudando para sufragar un programa de gasto de utilidad cada vez más dudosa. Durante los primeros meses de la pandemia, los ERTE podían tener la aparente justificación económica de evitar la quiebra de empresas que eran internamente viables pero que se veían forzadas a suspender operaciones por culpa del estado de alarma. Pero conforme han ido pasando los meses, los ERTE han pasado a guardar cada vez menos relación alguna con negocios viables, de modo que semejante gasto tan solo constituye una masiva socialización de pérdidas de sectores económicos que han perdido su demanda por la pandemia y que, por desgracia, no sabemos cuándo la van a recuperar.
¿Tiene sentido que, por ejemplo, las nóminas de gran parte del sector hotelero o del sector de la restauración sean sufragadas, vía ERTE, por los contribuyentes españoles durante el próximo año o durante los próximos dos años? No, el dinero del SURE no son transferencias gratuitas, sino deudas que deben ser devueltas con impuestos futuros: extender más tiempo los ERTE, aunque sea en las condiciones financieramente bonificadas que nos ofrece Bruselas, sólo contribuye a impedir la reestructuración de la economía española al tiempo que se va añadiendo una montaña de deuda pública sobre sus espaldas.
No deberíamos permitir que el SURE nos emborrachara como para mantener vivo un carísimo programa que ya debería haber muerto.
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