El tiempo medio para recibir un vehículo nuevo se mantiene en medio año

Adquirir un coche o incluso en la modalidad de renting empieza a convertirse en un ejercicio de paciencia porque los plazos de entrega siguen sin bajar y se mantienen, de media, en seis meses. Lo confirman los concesonarios. El tiempo medio de entrega de un coche nuevo es hoy hasta seis veces superior al de 2019, cuando la demora rondaba el mes, debido a la crisis de suministros, sobre todo microchips, según los datos de la patronal de asociaciones de concesionario, Faconauto. Las demoras actuales en la entrega de coches se debe principalmente a la escasez de componentes generada a raíz de la ruptura de las cadenas internacionales de suministro tras el estallido de la pandemia de la covid en 2020. Entonces Occidente prácticamente detuvo su actividad económica para tratar de contener la propagación del coronavirus, lo que generó un derrumbe de la demanda que alteró drásticamente la logística mundial.

A continuación, se produjo una explosión de la demanda de componentes a la que por el momento la oferta, en particular de microchips, no está siendo capaz de atender, según explican a Efe desde el sector automovilístico, que también advierten de los efectos que está teniendo la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania y el consiguiente encarecimiento energético.

Según datos de Sumauto, en el caso de los coches electrificados, el tiempo de espera que se acumula para recibir el vehículo adquirido es superior, con demoras de hasta siete meses de media frente a los cinco que se requiere para los automóviles con motores de combustión, puesto que se necesitan más microchips para su fabricación. Las marcas europeas y estadounidenses sienten más los efectos de estas dos crisis solapadas, debido a la ausencia de proveedores propios, en tanto que las asiáticas, que sí tienen sus canales, están teniendo menos problemas de producción, aunque tampoco se libran de los retrasos en las entregas.

Estos tiempos de espera tan prolongados para recibir vehículos nuevos están a su vez impulsando el mercado de los automóviles de ocasión, en el que la oferta escasea, lo que se traduce en un pronunciado incremento de precios. Con este desacople entre la demanda y el tiempo de respuesta de la oferta, los datos de matriculaciones actuales -que tradicionalmente se equiparaban a las ventas- reflejan la evolución de las ventas de meses anteriores. Los datos de producción tampoco son indicativos de las ventas, puesto que la inmensa mayoría se deriva a la exportación. Aun así, la ralentización del mercado se refleja en las matriculaciones, que han descendido un 9,4 % en lo que va de año respecto a 2021. En comparación con el nivel de 2019, antes de la pandemia, las ventas en lo que va de año son hasta un 40 % inferiores, lo que da una clara imagen de la dificultad del sector para recuperarse. Sólo en agosto las matriculaciones fueron un 9,1 % inferiores a las de ese mes en 2021 y un 30 % menores que las de 2019, siempre según los datos de la patronal de fabricantes Anfac.

Por su parte, Faconauto espera que las matriculaciones de coches cierren 2022 con alrededor de unas 830.000 unidades, en torno a un 3 % menos de las del año anterior (859.000 vehículos). En 2021 las matriculaciones tan sólo aumentaron un 1 % respecto a 2020, con lo que siguieron más del 30 % por debajo del nivel precovid. Por contra, la producción de vehículos en España empieza a dar signos de una mayor recuperación. En junio aumentó un 34,6 % interanual (hasta 232.400 unidades).

Así, junio fue el segundo mes consecutivo con avances en la producción, tras la caída de marzo y abril, por el efecto de la guerra en Ucrania. No obstante, la producción sigue un 26 % por debajo de 2019. También en el mercado exportador las cifras son discretas, afectadas por la pronunciada inflación, superior al 10 %, y las consecuencias de la guerra en Ucrania, aunque en junio Anfac constató un aumento del 25,2 %. En el acumulado del primer semestre las exportaciones de vehículos fabricados en España cayeron el 7,7 % interanual.

Los retrasos en las entregas en el mercado de coches nuevos han disparado la demanda y los precios de los vehículos de ocasión y los llamado de “kilómetro cero”, según datos de la plataforma Coches.net. Por ello, y tras el boom postpandemia, en los siete primeros meses de este año se vendieron 1,14 unidades, un 6,7 % menos que en ese periodo de 2021, a un precio medio que ya casi rozaba los 20.000 euros, incluso por encima en comunidades como Asturias, Cataluña y País Vasco. Así, y tras más de veinte meses de subidas (prácticamente desde agosto de 2020), comprar hoy un vehículo de ocasión cuesta casi 5.000 euros más que hace dos años. Al tiempo, la falta de vehículos nuevos ha provocado un envejecimiento del parque automovilístico, hasta situarse por encima de los 10 años.