Economía
Abengoa aplazará 688 millones en pagos a sus proveedores
La firma sevillana se deshará de activos por 421 millones en los próximos dos años
La firma sevillana se deshará de activos por 421 millones en los próximos dos años
Abengoa presentó ayer su plan de reestructuración, que contempla aplazamientos en los pagos a sus proveedores por valor de 688 millones de euros con los que la empresa sevillana de ingeniería pretende ahorrar 300 millones, por encima de los 247 millones anunciados en marzo. La firma no aplicará quitas en esos pagos diferidos a los proveedores, según indicaron fuentes de la compañía a este diario. Sin embargo, sí se aplicarán quitas del 70% a los actuales acreedores en caso de que se sumen al plan de reestructuración y de hasta el 97% en el caso de que no se adhieran. En este último caso, los acreedores mantendrán el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.
En el documento presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se contemplan además desinversiones por un importe total de 421 millones en los próximos dos años (285 millones este ejercicio y 136 en 2017). En conferencia con analistas, el consejero delegado del grupo, Joaquín Fernández de Piérola, remarcó que ya se han realizado desinversiones en la planta de agua de San Antonio (SAWS), la termosolar israelí Ashalim o su filial de telecomunicaciones Abentel, al tiempo que están avanzadas las ventas del negocio de bioenergía en Estados Unidos y Europa, la planta solar mexicana A4T o los activos de transmisión eléctrica en Brasil, entre otros.
De este plan de desinversiones consideradas no estratégicas están excluidas la planta solar mexicana AT3 y la participación en la filial cotizada en los Estados Unidos Atlantica Yield, cuyas ventas se dedicarán exclusivamente a devolver los préstamos recibidos en concepto de «nuevo dinero».
La inyección de capital adicional alcanzará finalmente los 1.170 millones de euros, entre nuevas aportaciones del grupo de fondos de inversión que pasarán a controlar junto con los bonistas el 55% del grupo y la refinanciación de los créditos pendientes.
Los inversores que aporten los dos primeros tramos de capital necesarios para evitar el concurso de acreedores, los más cuantiosos de los previstos, recibirán un interés del 14%. De ese porcentaje, el 5% se abonará en efectivo y el 9% restante se pagará en acciones de la compañía hasta sumar un total del 45% del futuro capital. Otro 5% será para quienes aporten liquidez el tercer tramo de recapitalización previsto en el plan de Abengoa.
El importe de las nuevas líneas de avales asciende a 307 millones de euros, cuyas entidades financiadoras tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa. Respecto a los actuales accionistas, donde destacan la familia Benjumea con un 51%, se quedarán con una participación del 5% del capital de la nueva Abengoa. Esta participación podría elevarse en un 5% adicional si en el plazo de ocho años las cantidades adeudadas se pagan según lo acordado.
Fernández de Piérola recordó que la versión actualizada del plan establece menores necesidades de capital tras la ejecución de desinversiones, la hibernación de proyectos y la pérdida de parte de la cartera, debido al propio proceso de reestructuración, así como la puesta en marcha de diversas medidas de ahorro. Con ello, Abengoa espera empezar a generar caja positiva en 2018 y reducir la deuda sujeta al plan de refinanciación hasta 2.253 millones de euros, desde los 7.511 en los que se sitúa actualmente.
El plan del grupo también prevé poner en marcha una nueva política corporativa que separará los cargos de presidente y consejero delegado y que establecerá que todos los consejeros sean independientes, con la excepción del presidente. El presidente de la compañía, Antonio Fornieles, subrayó que este plan servirá para crear una Abengoa más sólida con ayuda de los acreedores.
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